No hay una hoja de ruta
Cuando me fuí al Norte hace unos meses con un amigo, GPS de por medio (claro está), fuimos recorriendo ciudades y pueblitos sabiendo lo que queríamos hacer. A veces, aburrido, sacaba de la guantera el mapa en papel, lo abría y con el dedo iba señalando por dónde íbamos, qué habíamos recorrido y haciadónde nos dirigíamos. Personalmente, creo que no hay experiencia más linda que esa, necesitas (anotá): unos buenos mates, amistades y tiempo para hacerlo.
Hoy, me imaginé ese mapa, medio desecho y arrugado, como una ruta de vida. Me paré con el dedo en el pueblito “25 años”, miré los kilómetros y la ruta que fui recorriendo y le puse de nombre “Ruta Nacional Experiencia”. Seguí mirando el mapa y ví los infinitas caminos que puedo tomar para seguir adelante. Me asusté un poco, muchos carteles, muchas luces, fue como demasiada información junta, vi demasiadas hojas de ruta para tomar. Me nuble. Me alejé de la mesa aterrado y me puse a pensar en experiencias propias:
“Cuando empezás a salir con una mina, aparece la supuesta hoja que te dice: “Como enamorar a una mujer en dos salidas”. Cuando estas por cortar con tu novia, aparece la misma hoja con algunos párrafos cambiados: “Como deshacerte de ella en 5 minutos”. Cuando cortaste, el mismo papel se convierte en: “Como sobrevivir al corte sin suicidarte”. Cuando estas en un laburo, desorientado, sin muchas ganas de levantarte al día siguiente para sentarte en el escritorio, aparece la misma hoja con el titulo de: “Si no está contento, cambie.” Cuando estas contento y las cosas te van saliendo en el aspecto laboral, ese papel se convierte en: “Como ascender en el trabajo: sea mejor que su jefe.” Cuando al tiempo ascendés y sos reconocido profesionalmente, la hojita dice: “Ahora que puede, invierta en bonos y haga de su millón otros diez” o “Cambie su auto por una camioneta en un abrir y cerrar de ojos”.” (Que quede claro, esas hojas son las voces que nos rodean, le llamaría “Sociedad”, son las voces que te dicen que deberías actuar de tal manera, deberías hacer esto o lo otro…).
Después de esa reflexión, volví a acercarme al mapa, volví a poner el dedo en “25 años” y me di cuenta que caminé bastante, hice varios kilómetros. Ese camino por la “RN Experiencia” me dio sabiduría para actuar de tal manera ante tal situación. Esa ruta me dijo por donde es conveniente ir y por donde no. Pero también me advirtió con un cartel, decía: “Falta mucho por recorrer, y muchas veces no tendré respuesta”.
Ahora que toca mirar para adelante, hay gente que dice que supuestamente hay un camino, una hoja de ruta, un modelo a seguir. Pero hoy, parado en este increíble pueblito, me voy dando cuenta que el camino lo recorro yo, que no hay una hoja, ni un papel, ni un mapa que me diga que es lo que tengo que hacer y como lo tengo que hacer. Me voy dando cuenta que si quiero llegar al pueblo “Felicidad” tengo que tomar decisiones, aunque crea que tengo muchas cosas para perder, tengo que elegir una ruta, tengo que mover el dedo del mapa por que nadie lo va a hacer por mí.