Rudecindo

Fue Rudecindo quién me vendió las semillas. No pasaron tres meses de aquel interrogatorio.
Hijo, ¿Para qué las quiere? Mire que a determinada altura no agarran. Y tenga cuidado también con la temperatura porque si hace mucho frío… Ah, tampoco se olvide de regarlas, debe hacerlo de mañana y tarde, ojo porque si se olvida no van a tener la suficiente fuerza y en la primera helada no queda nada… ¿Tiene usted suficiente luz? Mire que sin luz la semilla no brota, pero ojo porque si tiene mucha luz se puede quemar antes de nacer. ¿La tierra? ¿Sabe de su pasado? Debería acondicionarla antes de sembrar, vaya a saber las pestes que tuvo.
Seguro que hay hormigas, ¿tiene usted algún veneno? ¿Sabe que el día que las siembre van a ir los pájaros y no le va a quedar nada? Es mejor que compre algo para espantarlos. ¿Tiene perros? Que no vayan a pisar los brotes, por favor. Mire que ahí hecha a perder todo lo que hizo.
Así está bien Rudecindo, no necesito nada, le agradezco.
Hijo, ¿me está usted escuchando? ¿Está seguro? No lo quiero ver acá en unos meses pidiéndome más semillas…
No se preocupe Rudecindo, voy a poner todo lo que pueda poner de mi, y después, voy a confiar en Dios. Y estoy seguro que van a llegar los brotes 🌱.
Hijo, ¿usted cree que con eso sólo alcanza?
El tiempo dirá Rudecindo, el tiempo dirá.

Una sola certeza

Hay una sola certeza, el sol que hoy se esconde, va a salir mañana. ¿Todo lo demás? Un misterio. Ni yo que escribo, ni vos que lees, podemos afirmar que vamos a ver la luz mañana. Partimos de la base de que tenemos la vida comprada, pero… lamentablemente no.
Bah… en realidad… quizás ahí se esconda la magia de la vida. El hecho de poder ser conscientes que quizás mañana no estemos, nos puede hacer mejores personas.
Y quizás nos ayude a entender que para irnos de este plano bien livianitos, podríamos hacer un par de cositas…

🙏🏻 ¿Y si empezamos a hacer silencio para ver en qué podemos mejorar?
🙏🏻 ¿Y si pensamos qué podemos hacer por los demás?
🙏🏻 ¿Y si le pedimos perdón a todos los que sabemos que tenemos que pedirle perdón?
🙏🏻 ¿Y si le decimos “te quiero” a esa persona que damos por hecho que lo sabe? (Nunca está de más recordárselo).
🙏🏻 ¿Y si le decimos “te extraño” a esa persona que le podemos cambiar el día?
🙏🏻 ¿Y si le regalamos una sonrisa a “ese” que nos cuesta?
🙏🏻 ¿Y si miramos a los ojos a aquel que necesita que lo vean?
🙏🏻 ¿Y si empezamos a dar en lugar de pensar cuánto nos dan?
🙏🏻 ¿Y si buscamos el bien común de una sociedad que lo necesita?
🙏🏻 ¿Y si dejamos de señalar al otro y pensamos qué podemos cambiar nosotros?
🙏🏻 ¿Y si dejamos de estar con los brazos cruzados?
🙏🏻 ¿Y si entendemos de una vez por todas que vos y yo podemos cambiar el mundo?

Y si somos conscientes que quizás mañana no veamos el sol, ¿por qué esperamos tanto? 🤷🏻‍♂️
#PasarseEsComoNoLlegar

¿En dónde ves a Dios?

En nuestras primeras charlas, la manera que tenía de mirarte a los ojos era mirar el techo de madera de casa. Ahí estabas vos. Lo hacía cuando me acostaba y juntaba las palmas de mis manos. Te pedía por mamá y papá, por mis hermanos y “para que sea cada día más bueno”. Esos son mis primeros recuerdos.

Empecé a crecer. Creía que además de estar en el techo, también estabas en una Iglesia. Te visitaba los domingos, cruzaba aquella puerta de madera gigantesca y ahí te encontraba. Me gustaba verte ahí, aunque te notaba lejos y frío.

Seguí creciendo y, por circunstancias de la vida, te empecé a asociar con la culpa y el pecado. Te empezaste a transformar en alguien con ceño fruncido y un látigo largo en la mano. Sentía que, con él, llegabas a cualquier rincón de esta tierra aunque yo me quiera esconder.

Pasaron los años, ya no hablaba con vos a la noche, ni juntaba las manos como un chiquito. Tampoco te visitaba los domingos y lo más significativo, ya ni te notaba enojado. Me eras indiferente, ya no me importabas.

Seguí creciendo, vos siempre te mantuviste cerca y, de alguna que otra manera, me hacías entender que estabas ahí. Me pusiste una cárcel en el medio y te empecé a ver en todas las personas que vivían ahí adentro. Me dijiste que habitabas en el más vulnerable pero también en mis amigos y en mi familia. Todo empezaba a tomar color.

Seguí creciendo, me dijiste que además de estar en todos los que me rodeaban, estabas en todo lo que me rodeaba. Te empecé a ver en los atardeceres y en los amaneceres, en el silencio de la montaña y en el ruido de un arroyo. En la limpieza de lluvia y en la quietud de la nevada, en el diálogo con el viento y en la mirada con el fuego. En la compañía de un perro y en el canto de un pájaro. En el aire fresco del bosque y en las flores amarillas que inundan mi jardín.

Ahora, de grande, junto las palmas de mis manos, miro al techo, sonrío y te agradezco, porque siempre estuviste ahí.

Y vos, ¿en dónde ves a Dios?

Texto para Con el corazón en la mano.

Despertar en conciencia – Carmen Burone y Fede Gallardo

Despertar en conciencia, un proceso de transformación interior en el que empezás a tomar conciencia de vos mismo.

Despertar es abrir los ojos a la realidad que siempre estuvo ahí, pero nunca la pudiste ver por las distorsiones de tu mente.
Despertar es volver a nacer pero con otros ojos, con otra mirada de la vida, de lo que sucede y de los actores de la misma… Ahí empezás a entender que la vida es un juego y vos creces a medida que lo jugás con conciencia.
Si sos conciente de la creación de tus pensamientos y de tus acciones, empezás a entender el juego. Y a medida que aprendes a jugar, la vida toma cada vez más sentido.

Una vez que despertás, experimentas el verdadero sentido de la LIBERTAD.

Mis miedos

Todos mis miedos en una misma secuencia 😱

👉🏻 Hace unos años me decía que no podía estar solo un viernes a la noche. Sentía la necesidad de conectar con alguien. Y así me vinculaba.

👉🏻 Hace unos años me decía que comer solo un viernes a la noche, era de loser. Y todas mis carencias me hablaban: ¿Cómo no vas a salir con una minita un viernes? ¿En serio vas a comer solo? Es viernes papa, dale activá. Llamá a un huesito, a un amigo, llamá a alguien, pero no comas solo un viernes a la noche.

👉🏻 Hace unos años me decía que la oscuridad no era para mí. Que la inmensidad de la noche era demasiado y las pocas estrellas que veía no me generaban nada. La noche era el momento para ponerme un disfraz.

👉🏻 Hace unos años me decía que necesitaba ruido para vivir. Que el silencio era malo porque me hacía pensar, y pensar… no era bueno. “Mirá si pensar me hace salir de mi comodidad, no… paso, gracias”.

👉🏻 Hace unos años estar solo, con mi perra, entre las montañas, haciéndome una entrañita con un tomate a la parrilla y un vino, un viernes a la noche, era triste.

Qué bueno que todo eso fue hace unos años 😊.

#SanMartínDeLosAndes #Patagonia #Argentina

Pablito, mi maestro

13 de enero de 2004. Jugaba al futbol en casa. Mamá me llama a los gritos. Me cuenta, con los ojos vidriosos, que llamaron desde el campo. Tuviste un accidente. Te fuiste. Partiste. ¿Tan rápido?

Yo ni siquiera entendía el significado de la muerte. Mamá ¿no lo voy a ver más? ¿pero a dónde se fue? ¿dónde está mamá? ¿no lo voy a poder abrazar? Es mi mejor amigo mamá, ¿por qué?

Mamá me apretujó, en silencio, y me besó la frente. Teníamos 15 años. Vos ya habías cumplido tu misión. Yo, gracias a vos, me empezaba a despertar.

Hoy te recuerdo con una sonrisa, no encuentro otra forma de hacerlo. Me enseñaste a vivir, a valorar y a honrar la vida. A mi corta edad entendí que todo esto es un instante, es un regalo y fuiste mi mejor ejemplo.

Me enseñaste a disfrutar de una canción, del sol en la cara, del silencio de la montaña, de la grandeza de los árboles, de la belleza de las flores. Me enseñaste el valor de un abrazo, de una buena conversación y de los gestos de amor chiquitos.

Me enseñaste a perseverar y a tener disciplina. Me enseñaste a vivir cerca de Dios y a sembrar esa semilla en cada una de las personas que se me crucen en esta vida. Me enseñaste el oficio de jardinero, me duró poco, ja. “Dios actúa cómo un jardinero, y a cada uno de nosotros nos ve cómo una flor. Cuando esa flor está en su mejor momento, cuando brilla y reluce, Él la corta y se la lleva para su jardín”. Entiendo por qué conectabas tanto con tu huerta y tu jardín.

Siempre disfruto de un mate solo, porque me lo imagino charlando de la vida con vos.

Siempre disfruto de un mate con amigos, porque sé que ahí estás vos. Gracias amigo del alma. Hace 17 años te convertiste en mi maestro y me diste la mejor lección, me enseñaste a vivir con el corazón en la mano.

Pasan los años y va calando hondo tu mensaje.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

PD: Hoy también es el aniversario de la partida de Alma, la hija de Carmen. Ella me contó que los 13 de enero, en la India, se celebra una de las fiestas más importantes del año, porque se abren los cielos y suben los maestros ascendidos.