¡Chaaa de tu madre TBA!
Salgo de la oficina, a eso de las 5 de la tarde, cansado (9 horitas sentadito como un campeón frente a una all in one de 21″ te la quema un poco). Bajo con los ojos como el dos de oro de tanta PC, mochila en hombro derecho (canchero), llaves de la nave en mano y parto para la Estación de Tigre.
El temita de subirme a la nave lo voy a dejar para otra nota, ella merece exclusividad (ver increíble fotografía realizada hace algún tiempo atrás, a tu derecha boludo —>)
Llego al estacionamiento de la estación, la dejo a ella (sí, la nave) solita por un par de horas y empieza mi odisea/aventura o no se que carajo es..
Billetera en mano saco la SUBE, mirá, si hay algo que la Kris hizo bien en sus 80 años de mandato fue sacar esta simple tarjetita de mierda llamada SUBE, si no la conoces te explico: sirve para dos cosas. La primera es para evitarse la cara de ocote del boletero de TBA (que te mira con cara de NADA, tomando mate con chuker y donsa, masticando de cote) y la segunda es para que te putee el colectivero («nene apoyala dos segundos, ya la podes sacar, YA ESTAAA! No escuchas el ruidito? Sos sordo?»). Buen, llego a la heladera gigante esa que sirve para sacar el boleto con la SUBE y apreto (ojo, es touch) el hermoso y cálido destino llamado Retiro, la siguiente apoyadita de dedo es en IDA Y VUELTA, por que ni en pedo me quedo en el centro.. Apoyo la tarjeta en el lector y automáticamente sale el boletito expulsado (uuta madre parece Europa esto). Agarro dicho boletito y paso por el molinete, que generalmente no anda, y te pegas los huevos contra el fierro (perdón a las mujeres). Llego al andén con Eddie en el iPod y ahora si, A ESPERAR:
- 5 minutos (pienso «para impaciente, recién llegas»)
- 8 min (va a llegar)
- 13 min (es lógico no estamos en USA)
- 17 min (algo raro pasó, pero ya llega)
- 24 min (buen, ayer llegó más tarde)
- 32 min (me toman de boludo?)
De repente suena un parlantito (de esos en los que mi viejo escuchaba el mundial de 1930) diciendo: «Próximo tren destino a Retiro ingresará al andén en aprossssimadamente 23 min» (ya llevaba 32..) y ahí si, mi vida se torna oscura, negra, algo así como un simple infierno, ya nada tiene sentido, más que esperar como un rrofo.. Miro a mi alrededor y hay aprox. 557 personas esperando, como carajo vamos a entrar en el tren no sé, pero tengo que ir a la facultad..
De repente, levanto los ojos (estaba hace 55′ mirando al piso) y lo veo llegar, jooooo de puuuu, como se hizo rogar. Entra en el anden y automáticamente veo una masa que se desespera por entrar como si regalaran dólares y pienso en la sociedad que tenemos, que formamos parte y que construimos día a día Lo mal educados que estamos, lo individualistas que somos y sobre todo lo que NOS CAGAMOS en los demás (mierda, me puse serio). Buen, conseguir un lugar pa sentarme? Jaaa tas loco.. Un que? Un asiento? Jajaja que boludo, me ilusione.. Busco algún lugarcito, chiquitito nomá, no pido mucho. Buscando encuentro (que profundo), me quedo parado pero «cómodo» cerca de un tacho de basura (muy simpático) y espero a que esas benditas puertas se cierren..
Hasta acá llegué, me aburrí de escribir, es viernes a la noche y hay que salir. Todo esto me hace acordar a lo que no me quiero acordar, por eso te digo que este tipo de notas van a seguir, total, me quedan miles de viajes más, imaginate, hasta que termine la facultad..