Una ronda de mates, estás con Gonza y Nico. El Barba los mira, maravillado, a los tres sonreír. Vos contás una anécdota de una cortada de pasto con uno de tus tractores. Tu hijo y tu nieto se ríen. Te entusiasmás y te sentás sobre el borde de la silla. Empezás a hacer ademanes y a subir el tono de voz, tenés el control de la situación. El Barba se ríe cada vez más. Estás a punto caramelo para rematar la historia pero un loro interrumpe con un grito que se escucha de lejos: “Forrrrrrooo”.
El silencio invade la ronda. Entrecruzás miradas con todos. El Barba escupe el mate, se hecha para atrás y suelta una carcajada, vos, Gonza y Nico también.
El cielo es una fiesta, la misma fiesta que producía escucharte.
Esperanos con unos mates LuisBer querido y mantené el agua caliente que no sabemos cuando nos sumamos a la ronda.
Te pido un favor y no te jodo más, hacenos acordar todos los días que nos queden en esta tierra, de vivirlos con una sonrisa.
La última vez en un paisaje así fue en Madrid, a fines de 2014, para hacer nuestros primeros 42 kilómetros juntos.
De él aprendí la frase más simple y profunda que tengo en mi biblioteca de frases y que disparo cuando la ocasión lo amerita: “No hay mucho más que esto”. La uso en momentos de disfrute pleno, cuando el alma me desborda de alegría.
Tito me enseñó a disfrutar de lo mucho y de lo poco, sobre todo de lo poco. De conectar con cada momento, de mantener los ojos abiertos para descubrir todo lo que la vida tiene para regalarme.
Ayer, mientras hicimos una parada técnica para tomar agua fresca y pura de una vertiente de la montaña, el paisaje nos habló con su omnipotencia y el viento nos susurró al oído: “No hay mucho más que esto”.
La vida es un instante, es un mate compartido, es una corrida con un amigo, es una charla con los viejos, es una carcajada con un hermano, es un abrazo de esos que encajan, es una mirada con una sonrisa, es una sucesión de momentos que generan lágrimas para llorar cuando vale la pena…
La vida es frenar, valorar, disfrutar y entender que “No hay mucho más que esto”.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/136692660_10164653017680582_638379447848514098_o.jpg20481536Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2021-03-01 10:03:032021-03-06 17:50:56No hay mucho más que esto
Fue hace cuatro meses. Te bajaste de la camioneta, me miraste de lejos y sonreíste. No nos conocíamos. Cruzaste la puerta de entrada y te sentí con una sola certeza: estabas dispuesto a ser feliz. Caminaste, recorriste cada uno de mis rincones y se te cayeron las primeras lágrimas, eran de gratitud. Me habías creado, incluso antes de verme, en tus pensamientos. Yo era lo que vos esperabas.
Entraste tus petates y una perra salchicha te siguió sonriente, como vos.
Le preguntaste “¿Te gusta Tanita?”, y tu perra movió el rabo de un lado al otro. Te acomodaste, llegó la primer noche, prendiste la salamandra, abriste un vino, pusiste música y empezamos a fluir.
A los pocos días, desde Tigre, llegaron un par de cajas. Las vaciaste y me empezaste a poner linda. Colgaste tus cuadros, tus chirimbolos y tu ropa. Clavaste un par de clavos y pusiste, en lo alto del living, la foto de tu amigo que ya no está. Colgaste, más arriba y en mi columna central, la imagen del maestro Jesús, la que mirás todos los días con una sonrisa.
Me llenaste de meditaciones, de podcast, de escritos y reflexiones. Te vi reírte por videollamadas y emocionarte después de terminarlas.
Te vi todas las mañanas, lleno de energía agradeciendo por un día más de vida. Te vi elongar después de entrenar y te vi tirado en un sillón leyendo sin parar.
Te vi reír y bailar con tus sobrinas y te vi tomar unos buenos whiskies con tu hermano.
Te vi con tu amigo del alma (al mismo que le decís socio), disfrutar y convivir en armonía. Los vi abrazarse y emocionarse. Te vi llorar después de despedirlo.
Te vi de nuevo en soledad, con tus procesos, tus lágrimas y sonrisas. Te vi prender y apagar las luces todos los días. Pero hubo una que nunca se apagó, la de tu alma, que tiene la certeza de estar en el lugar correcto, viviendo en coherencia con lo que piensa y siente. Y, lo más importante, la vi llena de Dios. Veo como te estás convirtiendo en ese hombre que siempre quisiste ser.
Este fin de semana partís, te toca seguir viajando, seguir creciendo y a mí, seguir recibiendo huéspedes.
Ojalá que la cabaña de allá, montaña arriba, te vea cada vez más consiente, cada vez más feliz, cada vez más vos.
De lengua fácil el argentino para juzgar, etiquetar, criticar a un tipo que explotó su talento hasta el máximo.
Preguntate, antes de caer en la de siempre, qué hiciste con los talentos que recibiste. ¿Los reconoces? ¿Sos consciente? ¿Los encontraste? ¿Lo estás dando todo?
Él lo dio, recibió un talento y le sacó todo el jugo que le pudo sacar. Fue el mejor de la historia en un deporte. Pero no fue solo talento, no fue solo una varita que lo tocó desde arriba, dejó la piel para serlo en plenitud.
Por eso lo admiro y lo respeto.
Y encima, tuve el regalo de la vida de poder saludarlo. Le toqué la puerta de la casa donde vivía, y al verlo caminar hacia mi, despacito y vulnerable, me derretí de amor. Tuvo la delicadeza de hacerme sentir único, de tomarse el tiempo y de hacerme sentir importante para él, carisma en su máxima expresión.
«Hola papi» me dijo y me sonrió.
Lo abracé, como quien abraza a la almohada en una noche de desamor.
“Te quiero mucho” le dije, con la voz entrecortada. Le hice mimos en la espalda, y nos despegamos al minuto.
Le agradecí por ser la inspiración de millones de seres humanos que patearon una pelota de fútbol alguna vez.
Lo despedí. Me subí al auto y rompí en llanto. Acababa de tener 5 minutos a solas con Diego Armando Maradona.
Poco antes de ese encuentro, la vida me cruzó con @daniarcucci, que me hizo vivir un poco de la vida íntima de este astro. Gracias Dani por abrirme las puertas de tu casa tantas veces y mostrarme tu mundo, ese que todo Maradoniano quisiera tener.
Hace unos años, en una entrevista, Diego dijo “sabés qué jugador hubiese sido si no me drogaba, un jugador de la puta madre. Yo di ventajas con mi enfermedad”. Si yo hubiera nacido donde vos naciste, Diego, ahora estaría preso o muerto, pero vos, vos conquistaste el mundo.
Por eso a mis hijos les hablaré de vos, porque recibiste poco, pero con eso que recibiste, hiciste mucho.
Gracias por todo D10S.
El que este libre de pecado, que tire la primera piedra.
Discúlpeme Don Rosario, no soy quién pa´ escribir sobre usté. No lo merezco. No estoy a la altura. ¿Cómo le voy a inventar una historia? Si su mirada trasciende Don Rosario, si sus rasgos cuentan anécdotas mucho mejores que las mía.
Pa´ qué Don Rosario, ¿escribir? ¿pa´ subir un peldaño en el salón de la fama? ¿Pa´ llenarme de “me gusta” y comentarios con una foto que no es mía? ¿Qué ni siquiera tuve el coraje de sacarle?
Pero me hago cargo Don Rosario, no los tengo bien puestos. Y eso que no lo tengo enfrente, y que nos separan no se cuántos kilómetros… Porque si usté me viera Don Rosario, acá en mi cabaña, apichonado, refugiado detrás de mi pluma; tratando de esquivar su mirada… me avergüenza. Me queda grande el traje de escritor Don Rosario, el papel sigue en blanco como hace una hora y media. El mate, que es lo único que nos une, ya está frío y la yerba sigue intacta. Porque usté me deja helado Don Rosario, tiene un no sé qué que me mantiene distante, pero es raro… porque si me lo permitiera, si me sonriera Don Rosario, yo lo abrazaría días enteros, pero eso ya es faltarle el respeto…
Dicúlpeme Don Rosario… no soy digno. No puedo escribir sobre usté, a lo sumo, si me deja, le puedo hacer algunas preguntas…
¿Cuántos años tiene Don Rosario? ¿Tiene mujer? ¿Familia? ¿Algún nieto? ¿Cómo era su madre Don Rosario? ¿Y su padre? ¿Cuántos amigos tiene? ¿Son de la infancia?
¿Qué hicieron esas manos Don Rosario? ¿Cuántos años soportaron el frío de la Patagonia? ¿Cómo fue su vida Don Rosario? ¿Y sus caballos? ¿Cómo se llaman? ¿Le gusta la pesca Don Rosario? ¿Escribir?
Y si me permite…
¿Cuánto tiempo estuvo en silencio para lograr transmitirlo con un simple gesto? ¿Qué fue? ¿Fue la montaña? ¿Fue la mansedumbre de la vida que lleva? ¿Cómo se logra la simpleza Don Rosario? ¿Cómo se llega a mirar con esa calma? Yo quiero hacerlo como lo hace usté. ¿Me enseña?
Lo escucho Don Rosario… Y le confieso, respiro, sueño y anhelo ese mate que está por tomar. Daría la vida por cebarle Don Rosario, al menos pa´ tener una excusa suficiente y convertirme en digno de estar cerca suyo, pa´ perdernos en el tiempo Don Rosario, escuchando sobre usté.
Ahora agarrá algunas hojas del árbol y frotalas con tus manos, ¿qué sentís?
Que se desarman… ¡y largan rico olor!
¿Qué necesitaste para agarrar y frotar las hojas?
Ehhh, ¿mis piernas y mis manos?
Muy bien.
¿Te gustó el asado que cocinamos hoy?
Sí, estaba increíble pá.
¿Y escuchaste los pajaritos a la mañana?
Sí, me gusta como cantan.
¿Querés a tu caballo?
Sí Papá, amo a “Carancho”…
¿Y a Mamá?
Con todo mi corazón.
¿Y a tus hermanos?
A veces si, pero me hacen enojar…
¿Y a mí?
Sí Pá, ya sabés que sí…
Ambos sonríen.
Bueno, todo eso es Dios. Todo lo que te rodea, todo lo que fue creado.
¿Y sabías una cosa? Vos también podes crear como crea Él. Podés crear tu personalidad, tus actitudes, tus pensamientos… Podés crear tu día, podés elegír si lo querés vivir contento, con lindos gestos hacia tus hermanos o hacia Mamá, o podés vivirlo con cara de enojado todo el día… Vos elegís siempre.
¿Y sabías otra cosa? Dios te regaló la libertad, ¡podés hacer todo lo que quieras! Pero acordate de algo: todo lo que hagas tiene un efecto, una consecuencia. Lo que le hagas al otro, te lo estás haciendo a vos. Por eso es importante vivir con responsabilidad.
Y otro regalo, es cada latido de tu corazón… Agradecele todos los días de tu vida, lo que tengas, e incluso aquello que todavía no tengas, porque si le agradecés con fé, Él lo va a poner en tu camino: creer es crear. Dios quiere para vos, lo que vos quieras para vos. ¿Entendiste?
Sí Papá, gracias…
El pequeño se queda mirando el fuego.
Pá…
¿Qué?
Qué bueno es Dios.
.
Gracias @celine_frers por dejarme escribir historias con tus increíbles fotos.
Imagen ilustrativa.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/celine-frers-gallardof-dios.jpg646646Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-12-10 09:20:202021-03-06 17:50:56¿Quién es Dios?
Luis Bernardo Gallardo
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por Fede GallardoEl silencio invade la ronda. Entrecruzás miradas con todos. El Barba escupe el mate, se hecha para atrás y suelta una carcajada, vos, Gonza y Nico también.
El cielo es una fiesta, la misma fiesta que producía escucharte.
Esperanos con unos mates LuisBer querido y mantené el agua caliente que no sabemos cuando nos sumamos a la ronda.
Te pido un favor y no te jodo más, hacenos acordar todos los días que nos queden en esta tierra, de vivirlos con una sonrisa.
No hay mucho más que esto
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por Fede GallardoLa última vez en un paisaje así fue en Madrid, a fines de 2014, para hacer nuestros primeros 42 kilómetros juntos.
#Running #TrailRunning #SanMartínDeLosAndes #Patagonia #Argentina
Buena vida, viajero
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por Fede GallardoEntraste tus petates y una perra salchicha te siguió sonriente, como vos.
Le preguntaste “¿Te gusta Tanita?”, y tu perra movió el rabo de un lado al otro. Te acomodaste, llegó la primer noche, prendiste la salamandra, abriste un vino, pusiste música y empezamos a fluir.
A los pocos días, desde Tigre, llegaron un par de cajas. Las vaciaste y me empezaste a poner linda. Colgaste tus cuadros, tus chirimbolos y tu ropa. Clavaste un par de clavos y pusiste, en lo alto del living, la foto de tu amigo que ya no está. Colgaste, más arriba y en mi columna central, la imagen del maestro Jesús, la que mirás todos los días con una sonrisa.
Me llenaste de meditaciones, de podcast, de escritos y reflexiones. Te vi reírte por videollamadas y emocionarte después de terminarlas.
Te vi todas las mañanas, lleno de energía agradeciendo por un día más de vida. Te vi elongar después de entrenar y te vi tirado en un sillón leyendo sin parar.
Te vi con tu amigo del alma (al mismo que le decís socio), disfrutar y convivir en armonía. Los vi abrazarse y emocionarse. Te vi llorar después de despedirlo.
Te vi de nuevo en soledad, con tus procesos, tus lágrimas y sonrisas. Te vi prender y apagar las luces todos los días. Pero hubo una que nunca se apagó, la de tu alma, que tiene la certeza de estar en el lugar correcto, viviendo en coherencia con lo que piensa y siente. Y, lo más importante, la vi llena de Dios. Veo como te estás convirtiendo en ese hombre que siempre quisiste ser.
Este fin de semana partís, te toca seguir viajando, seguir creciendo y a mí, seguir recibiendo huéspedes.
Ojalá que la cabaña de allá, montaña arriba, te vea cada vez más consiente, cada vez más feliz, cada vez más vos.
Que tengas buena vida, viajero.
Diego Armando Maradona
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por Fede GallardoPreguntate, antes de caer en la de siempre, qué hiciste con los talentos que recibiste. ¿Los reconoces? ¿Sos consciente? ¿Los encontraste? ¿Lo estás dando todo?
Él lo dio, recibió un talento y le sacó todo el jugo que le pudo sacar. Fue el mejor de la historia en un deporte. Pero no fue solo talento, no fue solo una varita que lo tocó desde arriba, dejó la piel para serlo en plenitud.
Por eso lo admiro y lo respeto.
Y encima, tuve el regalo de la vida de poder saludarlo. Le toqué la puerta de la casa donde vivía, y al verlo caminar hacia mi, despacito y vulnerable, me derretí de amor. Tuvo la delicadeza de hacerme sentir único, de tomarse el tiempo y de hacerme sentir importante para él, carisma en su máxima expresión.
«Hola papi» me dijo y me sonrió.
Lo abracé, como quien abraza a la almohada en una noche de desamor.
“Te quiero mucho” le dije, con la voz entrecortada. Le hice mimos en la espalda, y nos despegamos al minuto.
Le agradecí por ser la inspiración de millones de seres humanos que patearon una pelota de fútbol alguna vez.
Lo despedí. Me subí al auto y rompí en llanto. Acababa de tener 5 minutos a solas con Diego Armando Maradona.
Poco antes de ese encuentro, la vida me cruzó con @daniarcucci, que me hizo vivir un poco de la vida íntima de este astro. Gracias Dani por abrirme las puertas de tu casa tantas veces y mostrarme tu mundo, ese que todo Maradoniano quisiera tener.
Hace unos años, en una entrevista, Diego dijo “sabés qué jugador hubiese sido si no me drogaba, un jugador de la puta madre. Yo di ventajas con mi enfermedad”. Si yo hubiera nacido donde vos naciste, Diego, ahora estaría preso o muerto, pero vos, vos conquistaste el mundo.
Por eso a mis hijos les hablaré de vos, porque recibiste poco, pero con eso que recibiste, hiciste mucho.
Gracias por todo D10S.
El que este libre de pecado, que tire la primera piedra.
Don Rosario
/0 Comentarios/en Blog, Cuentos /por Fede GallardoPa´ qué Don Rosario, ¿escribir? ¿pa´ subir un peldaño en el salón de la fama? ¿Pa´ llenarme de “me gusta” y comentarios con una foto que no es mía? ¿Qué ni siquiera tuve el coraje de sacarle?
Pero me hago cargo Don Rosario, no los tengo bien puestos. Y eso que no lo tengo enfrente, y que nos separan no se cuántos kilómetros… Porque si usté me viera Don Rosario, acá en mi cabaña, apichonado, refugiado detrás de mi pluma; tratando de esquivar su mirada… me avergüenza. Me queda grande el traje de escritor Don Rosario, el papel sigue en blanco como hace una hora y media. El mate, que es lo único que nos une, ya está frío y la yerba sigue intacta. Porque usté me deja helado Don Rosario, tiene un no sé qué que me mantiene distante, pero es raro… porque si me lo permitiera, si me sonriera Don Rosario, yo lo abrazaría días enteros, pero eso ya es faltarle el respeto…
Dicúlpeme Don Rosario… no soy digno. No puedo escribir sobre usté, a lo sumo, si me deja, le puedo hacer algunas preguntas…
¿Cuántos años tiene Don Rosario? ¿Tiene mujer? ¿Familia? ¿Algún nieto? ¿Cómo era su madre Don Rosario? ¿Y su padre? ¿Cuántos amigos tiene? ¿Son de la infancia?
¿Qué hicieron esas manos Don Rosario? ¿Cuántos años soportaron el frío de la Patagonia? ¿Cómo fue su vida Don Rosario? ¿Y sus caballos? ¿Cómo se llaman? ¿Le gusta la pesca Don Rosario? ¿Escribir?
Y si me permite…
¿Cuánto tiempo estuvo en silencio para lograr transmitirlo con un simple gesto? ¿Qué fue? ¿Fue la montaña? ¿Fue la mansedumbre de la vida que lleva? ¿Cómo se logra la simpleza Don Rosario? ¿Cómo se llega a mirar con esa calma? Yo quiero hacerlo como lo hace usté. ¿Me enseña?
Lo escucho Don Rosario… Y le confieso, respiro, sueño y anhelo ese mate que está por tomar. Daría la vida por cebarle Don Rosario, al menos pa´ tener una excusa suficiente y convertirme en digno de estar cerca suyo, pa´ perdernos en el tiempo Don Rosario, escuchando sobre usté.
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Gracias Celine Frers
Imagen ilustrativa.
¿Quién es Dios?
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por Fede GallardoQué buena pregunta… Mmm, ¿tu corazón late?
El pequeño lleva una mano a su pecho y afirma.
¿Ves las estrellas?
Sí.
Respirá profundo, ¿sentís el aire?
Sí, es fresco.
¿Podes escuchar cómo se quema la leña?
Sí, me gusta escuchar eso, y me gusta el fuego…
Ahora agarrá algunas hojas del árbol y frotalas con tus manos, ¿qué sentís?
Que se desarman… ¡y largan rico olor!
¿Qué necesitaste para agarrar y frotar las hojas?
Ehhh, ¿mis piernas y mis manos?
Muy bien.
¿Te gustó el asado que cocinamos hoy?
Sí, estaba increíble pá.
¿Y escuchaste los pajaritos a la mañana?
Sí, me gusta como cantan.
¿Querés a tu caballo?
Sí Papá, amo a “Carancho”…
¿Y a Mamá?
Con todo mi corazón.
¿Y a tus hermanos?
A veces si, pero me hacen enojar…
¿Y a mí?
Sí Pá, ya sabés que sí…
Ambos sonríen.
Bueno, todo eso es Dios. Todo lo que te rodea, todo lo que fue creado.
¿Y sabías una cosa? Vos también podes crear como crea Él. Podés crear tu personalidad, tus actitudes, tus pensamientos… Podés crear tu día, podés elegír si lo querés vivir contento, con lindos gestos hacia tus hermanos o hacia Mamá, o podés vivirlo con cara de enojado todo el día… Vos elegís siempre.
¿Y sabías otra cosa? Dios te regaló la libertad, ¡podés hacer todo lo que quieras! Pero acordate de algo: todo lo que hagas tiene un efecto, una consecuencia. Lo que le hagas al otro, te lo estás haciendo a vos. Por eso es importante vivir con responsabilidad.
Y otro regalo, es cada latido de tu corazón… Agradecele todos los días de tu vida, lo que tengas, e incluso aquello que todavía no tengas, porque si le agradecés con fé, Él lo va a poner en tu camino: creer es crear. Dios quiere para vos, lo que vos quieras para vos. ¿Entendiste?
Sí Papá, gracias…
El pequeño se queda mirando el fuego.
Pá…
¿Qué?
Qué bueno es Dios.
.
Gracias @celine_frers por dejarme escribir historias con tus increíbles fotos.
Imagen ilustrativa.