¿Dónde están las monedas?

“¿Dónde están las monedas?” Un libro de Joan Garriga que nos invita a bucear nuestros vínculos con nuestros padres para poder tomar de ellos todas las monedas que nos pudieron dar. Para algunos esas monedas fueron suficientes y lograron una vida plena, para otros esas monedas no fueron suficientes y fueron a buscarlas a otros lugares… El libro es un camino de aceptación, de amor, y de realidad, que nos lleva a buscar una vida plena.

Tomar las monedas que nuestros padres nos dan es una meta que tratamos de alcanzar para lograr la paz y la reconciliación con ellos, con la vida, con los demás y con nosotros mismos.

Un libro que se lee en poquitas horas y que deja un mensaje MUY potente.

#JoanGarriga #Padres #Vinculos #Libros

 

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Deporte y espiritualidad en la cárcel

Hace unos pocos días volví de dar algunas charlas en Tucumán. La temática fue el deporte y la espiritualidad en la cárcel. Hablé sobre lo que hicimos y hacemos en la @fundacionespartanos y la experiencia de todo lo que generó el libro que publiqué en 2017.

El viaje y la experiencia fue lindísima por el grupo de gente que conocí, pero también durísima por ver la realidad en la que viven las personas privadas de su libertad.

Visité la cárcel masculina donde juegan al rugby hace varios años con el proyecto “Un Pase a la Libertad”; en esa unidad construimos una cancha con la Fundación hace unos años. También visité la cárcel de mujeres donde les pude hablar del poder del perdón y enseñarles una técnica de sanación que aprendí de @juanlucasmartinoficial para sanar miedos y traumas, el resultado fue espectacular 🙏🏻.

La gira la organizó un grupo de chicas de mi edad con un hambre y una sed de justicia pocas veces visto. Algunas de ellas conocen de cerca el sistema y saben que, lamentablemente condenar hoy a una persona, es condenarlo a “muerte”. Porque las cárceles se caen a pedazos, porque el sistema está prácticamente roto y aparentemente la única forma de dar vuelta esto es con el compromiso de los que queremos un mundo mejor; que somos muchos, incluidas muchas personas de la Justicia y del Servicio Penitenciario.

Una de las charlas la di con un ex preso que dio un tremendo testimonio para cerrar el evento principal. En una de las sillas del público estaba sentado el comisario que, años antes, le puso las esposas por primera vez en pleno hecho delictivo. El comisario, al terminar la charla, se acercó y tendiéndole la mano con la mirada fija, le dijo “estoy orgulloso de la persona en la que te convertiste”.

Gracias Tucumán, gracias @camiguerr @aguumi @paulitabosio , gracias @tommydelloca por regalarnos tremendo testimonio y gracias a todas los que se acercaron 🙌🏻😊

Todos tenemos la oportunidad de reescribir nuestra historia, nunca dejemos de intentarlo y de luchar por la persona que queremos SER. Y desde ahí, construyamos, entre todos, un mundo mejor.

Gracias Maestro por acompañarme con tu imagen de la Divina Misericordia en todo el viaje 🙏🏻❤️

#Tucuman

Lago Ángel Gallardo

Ayer conocí el Lago Ángel Gallardo, lleva ese nombre en honor a mi bisabuelo. Fui con Diego, mi hermanito siempre generoso y generador de este tipo de programas, mi primo Pablo Bosch y dos sobrinos; un excelente equipo para disfrutar de un día único.

El bisabuelo se ganó el tremendo honor de llevar el nombre de un lago, y ojo, también el de una avenida, el de una estación de subte, el de una localidad en Santa Fe, el de una hormiga (real 😅) y el de aparentemente varias cosas más… Y todo eso fue por la imponente obra que hizo en sus 66 años de vida.

Fue ingeniero, doctor en ciencias naturales y político. Una bestia. También Presidente de la comisión creadora de Parques Nacionales y Ministro de Educación durante 5 años. Su legado fue tremendo; duplicó el número de escuelas nacionales en el país y, sobre todo, en la Patagonia. Fundó más de 1.600 escuelas y, según los datos, la cantidad de alumnos en 1916 era de 322.500, y aumentó a 467.500; es decir que en menos de cinco años se incorporaron 145.000 alumnos 🤯.

Alguna vez dijo: “Si no queremos caer en una barbarie civilizada, peor aún que la barbarie primitiva, necesitamos fomentar inteligentemente nuestras escuelas, enriquecer bibliotecas, fundar y dotar laboratorios, dar elementos de trabajo a los observatorios y museos, facilitar las publicaciones científicas”.

Y sobre el cargo público al que asumió en su momento, dijo:

“En las funciones que actualmente estoy desempeñando, aplico exactamente el mismo criterio desinteresado y de exclusivo culto de la verdad y el patriotismo que he empleado en todas las otras actividades que me ha tocado desempeñar en mi vida. No he sido ni soy hombre político ni tengo aspiraciones de serlo. He tratado estas cuestiones que ahora me toca resolver llevado exclusivamente por el ánimo de prestar, en lo que de mí dependa, un servicio a mi país y un acto de solidaridad con el excelentísimo señor presidente de la República”.

Cuando dejó este plano se decretó duelo nacional, porque la huella fue fuerte.

Un hombre de bien, que hizo mucho bien, y que su legado aún sigue vivo en la aspiración de sus hijos, nietos y bisnietos, a seguir construyendo un país mejor 💪🏻🇦🇷

 

 

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El lado B del Sur

El lado B del Sur, el que no muchos conocen y el que me desafía a sacar mi versión más completa. Me lleva a salir de la zona de confort porque las comodidades a las que estoy completamente acostumbrado dejan de estar. Y hay días como el de hoy, en el que me levanto y no hay gas, y que la ducha caliente se transforma en un baño en el lago con temperaturas bastante bajas 😅. Días como el de hoy, que toca hacer fuego y hacer unos huevos revueltos con panceta y un buen café en la plancha y que tienen un sabor muy especial.

Días también, donde convivo con la incomodidad de no tener señal y que la conectividad sea únicamente por wifi, gracias a unos escasos 5 megas que dependen de como sopla el viento, pero que me son más que suficientes para laburar (aunque me hagan trabajar la paciencia 🤓). La incomodidad de estar pendiente del clima, porque si no sale el sol no se cargan los paneles solares y con la acumulación de los días nublados y de lluvia, deja de haber luz. Y si no hay luz, no hay wifi, ni bomba de agua, y tampoco luz, ja. Y todo se pone algo complicado.

Pero hay algo en toda esa incomodidad, algo, que me hace sentir más vivo. Por eso, cada vez que me instalo por un tiempito en el Sur, abrazo su lado B, me río de lo civilizado que estoy, me pongo algo más rústico, salvaje y ermitaño, y lo disfruto 😉

🎥❤️ @agusscarafia

 

 

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#SanMartinDeLosAndes #Patagonia #Argentina

Un freno necesario

Venía a 2x. Los viajes, el cambio de país y de cultura, el movimiento, desensillar en una ciudad donde pareciera que no te da otra alternativa que ir a esa velocidad; la inflación, la pobreza, la cárcel con cada vez más jóvenes y la grieta cultural que parece no tener fin. Las creencias populares de que necesitamos cada vez más y más guita para poder concretar proyectos, la falta de mirada entre nosotros, de valores y de educación y la falsa creencia de que hoy somos más libres que hace 1.500 años. Porque todo es tan perverso y el juego del enemigo es tan inteligente, que nos hace creer que hoy somos libres, ja.

Esta vorágine vivida en poco tiempo me llevó a una implosión, porque sí, soy intenso. Y entonces salí a buscar la mejor manera de frenar. Y frené. El destino, el Monasterio Benedictino Santa María de los Toldos. Un paraíso a pocas horas de la ciudad. Le avisé a mi círculo íntimo que apagaba el teléfono por unos días porque necesitaba desconectarme para conectar.

Necesitaba hablar con Él, sí, con Jesús (lo escribo para que no queden dudas, porque parecería que nombrarlo a veces incomoda). Busqué el silencio, me retiré del mundo y conecté con el mío. Lo hice gracias al especial clima de oración que se vive en el Monasterio. Eso me permitió pasar horas escribiendo y leyendo y también encontrarme con personas únicas que estaban de paso, como yo.

Párrafo aparte para los monjes. Su simpleza, su alegría y la complicidad entre ellos. Hablé con algunos, entre ellos Mamerto Menapace, y en sus charlas encontré mucha paz y sabiduría. Conocí cómo viven y absorbí tanto de ellos que no tengo más que palabras de agradecimiento.

Además me encontré con la enorme sorpresa de que habían leído, entre todos, “No permanecer caído” y que conocían a la perfección la obra que hacemos en la @fundacionespartanos.

Qué enorme regalo me hice, fue de las mejores experiencias que viví. Me volví lleno de paz y con mucha fuerza para encarar lo que se viene, un mundo cada vez más golpeado y con personas cada vez más rotas. Yo quiero hacer algo por ellas, por eso busco estar cada vez mejor, porque cuánto mejor esté yo, más bien voy a poder hacer.

¿Me acompañás?

Lo efímero, la vida

Lo efímero. Lo que no se controla ni se modifica. Lo que se aprecia. Lo que se agradece. El instante. Aquello que pueda durar milésimas de segundos o cientos de miles de horas. Todo parece fácil y obvio hasta que lo deja de ser. Una rama cayendo de un árbol. Una roca desmoronándose a un hueco que no está vacío. Una moto que pierde el control. La noticia de una enfermedad terminal. Un infarto. Un abrir y cerrar de ojos. Lo que avisa y lo que no avisa.

Lo que está, deja de estar.

Esta vida es un regalo y la damos por hecho. Ni siquiera nos preguntamos a qué vinimos o cómo podemos hacer para ser mejores que ayer. No nos tomamos el tiempo para pensar en qué podemos cambiar. Nos da pánico enfrentar lo que tenemos que enfrentar. Dejamos todo para después como si tuviéramos garantizado el después. La tecnología nos consume y nos quita las ganas hasta de comer. Nos gobiernan y nos mienten en la cara y no hacemos nada. Parecemos orgullosos de ser de la media. Ya nos da lo mismo hacer las cosas bien o mal porque vivimos sin encontrar un para qué. Lo que nos importa es cuánto ganamos a fin de mes o qué título tenemos colgado en la pared. Al de al lado lo damos por hecho. No perdonamos ni pedimos perdón. Tampoco nos arriesgamos a vivir con amor. Estamos enfermándonos por no asumir que un día no vamos a estar.

Hasta dónde. Hasta cuándo. Cuál será el despertador. Qué hacemos por los demás. Qué huella dejamos. Cuánto amor damos.

Hay poco tiempo, parece mucho, pero no lo es.

Despertemos porque mientras yo escribí esto y vos lo leíste, la gaviota ya voló y el arcoíris desapareció.

📸 Cádiz, España.

#Cadiz #Andalucia #España

 

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