Mr. Cach. ¿Si señor? Active, por favor, el protocolo COVID-19. Sí, señor. Cuando pise tierra firme, interfiera la señal de WIFI del planeta y avíseme cuando esté al aire. Hecho, señor. ¿Algo más? Apúrese. Los humanos aún no comprenden la importancia de este momento. Sí, señor.
Minutos después… en todas los dispositivos del planeta tierra, se vio a un hombre de galera y bastón que interpretaba, en los idiomas existentes y al mismo tiempo, el siguiente mensaje:
“Humanos. En poco tiempo uno de ustedes encontrará la vacuna para el COVID-19. Vengo a anticiparles que su mundo dejará de existir tal como lo conocen. Está llegando un nuevo paradigma que necesitará de un comportamiento totalmente distinto de parte de ustedes. Enumero algunos puntos importantes: De ahora en más, háganse cargo de lo que les pasa. No funcionen como víctimas. El ego deberá ser erradicado, es el principal mal de todos los que habitan en su mundo. Dejen de lado las expectativas en los demás, cuando el otro actúa de forma diferente a la esperada se genera desilusión y sufrimiento. No pidan, agradezcan. Dejen de actuar como si la vida les debiera algo, así nunca van a estar completos. No pidan, den, eso genera un sentimiento muy elevado. Muchos de sus maestros como Jesús, Buda y demás, les hablaron del amor incondicional, significa amar sin condición. El amor, la compasión y el agradecimiento son las emociones que generan felicidad, no sus placeres mundanos. Fabriquen y practiquen ese estado. Creen buenos pensamientos. Ustedes atraen lo mismo que emiten. Agradezcan por cosas que aún no les pasaron, visualicen. Ustedes crean su propia realidad. Cultiven su vida espiritual. Mediten diariamente. Lean. Escriban. Aprendan. Hagan ejercicio. Aliméntense sanamente. Que sus enojos sean cada vez más cortitos. Y una vez que lleguen a su estado de plenitud. Enséñenle al de al lado. Contagien amor. Esta es la forma en la que vivimos en nuestro mundo y el estado es de felicidad constante. Ojalá comprendan la importancia de este momento. Saludos”. . Gracias @beholder.tv por esta linda alianza de contar historias con tu magia fotográfica 🤯🙌🏻
https://gallardof.com/wp-content/uploads/fede-gallardo-marcos.aguirre.jpg960768Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-04-05 19:05:362021-03-06 17:56:30De galera y bastón
Roberto, dejaron una carta en el buzón. ¿Carta? ¿De qué tipo? ¿Qué dice Rosa? No sé, a ver… “Para Rosa y Roberto”. Ah la mierda, abrila Rosa, abrila:
“Queridos Rosa y Roberto, ¿cómo están? No hace falta que respondan, sé que están bien. Ustedes no me conocen, nunca me vieron y sospecho que tampoco lo harán. Yo soy el narrador de esta historia, el que la creo, la sintió, la sufrió, la rió y la lloró. Esto empezó hace 15 días, cuando se dictó la cuarentena obligatoria y me propuse, como ejercicio de escritura, escribir todos los días. Como bien sabrán, la cuarentena se extendió y no sabemos cuánto va a durar… Y, perdonen mi honestidad, creo que es suficiente. Esto no es un fin, ustedes están dentro mío y son parte de mi historia. Por eso, además de darles esta triste noticia, quería agradecerles.
Roberto, gracias por ser como sos. Estás, en gran medida, creado por mis partes buenas y mis partes malas. Con el tiempo aprendí a aceptarte y a quererte. Hoy te quiero mucho y así, como sos. Y tranquilo… te vas a curar, tenés una operación a fines de abril, va a doler pero vas a estar bien y vas a disfrutar de Rosa, de tus hijos Juan y Victoria, y antes de fin de año de tu nieto.
Gracias Rosita querida, hermosa. Me mostraste muchas veces mi lado más femenino, que todo hombre tiene y necesita. Me haces muy bien. Me das la sensibilidad extrema con la que vivo para mantenerme lo suficientemente humano.
Gracias Cacho, englobas mucho. También sos parte de mí. Sos mis amistades, mis consejos y mis razonamientos. Te quiero y representás a mucha gente que me hace bien.
Gracias Diego, sos tan real como lo que escribí. Te admiro.
Gracias Pablito, bueno… Ojalá no tuviera que inspirarme en vos para escribir lo que escribí, ojalá estuvieras acá conmigo, en el mundo “real”. Te extraño amigo.
Y a todos los que aparecen, gracias. Díganles que en todos ellos hay parte de mí. Pero vuelvo a ustedes, Rosa y Roberto, para decirles que los quiero y que van a ser siempre parte de mi escritura.
Muchos abrazos y besos, sobre todo en esta época.
Fede Gallardo.
PD: Si algún lector quedó decepcionado, por favor háganle llegar mis más sinceras disculpas”.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/instagram-1.png788940Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-04-03 21:09:022021-03-06 17:56:31#Día15 – El fin
Qué lindos son nuestros jueves Cacho, qué lindo es volver a verte… Esto de la videollamada tranquiliza un poco, ¿qué whisky te serviste? Uno japonés, espectacular… Che, ¿viste que con esto de la cuarentena no le dimos mucha bola al 2 de abril? Vi un par de fotos en Facebook, pero cuando era feriado tomaba más protagonismo. Me pasó lo mismo Roberto, y por eso le dediqué una carta. ¿A quién? ¿A Pablito? A Pablito, mi gran amigo que quedó en las Islas, y a todos los Héroes de Malvinas, escuchá:
“A veces te imagino, nos imagino. ¿Cómo seríamos? ¿Cómo serías vos? ¿Cómo sería yo con vos? Me quedo pensando… Cuando te pienso siempre llega algún pajarito y se pone a cantar, a dejarme tranquilo de que estás escuchando. Y sabés que yo no entré en esa lista porque Dios no quiso, pero sufrí tanto cuando me dijiste que te ibas… Tenías 16 años, eras un pibe. Habíamos compartido nuestra infancia, podría decir que eras de mis únicos amigos. Siempr manso, estructurado, metódico, disciplinado… Te elegían siempre mejor compañero todos los años, jugabas al padel como la gran puta, al tenis también, yo creo que hubieses llegado lejos, pero…
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué así? ¿Sin avisar? De un día para el otro… Partiste para el Sur y, tiempo después… No pude darte ni un tibio abrazo de adolescente, ni siquiera eso… Y partiste.
A los 13 días de que te fuiste, mamá me llamó con voz de circunstancia. “Cachito, vení, dejá la pelota, vení, entrá que te tengo que decir algo”. Tenía cara de angustia, de no tener ganas de contarme lo que tenía para decir. Me llevó al cuarto, me sentó en la cama y, entre lágrimas, me dijo que te habían disparado intentando rescatar a un compañero herido, por eso siempre te elegían mejor compañero… “Mamá ¿dónde está? Mamá lo quiero ver, Mamá contame…” pero no había vuelta atrás.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué así? Sin poder despedirnos, sin poder decirte a la cara “te quiero”. ¿Será por eso que hoy lo digo tan seguido? Quiero que sepas que todavía siento el anhelo de abrazarnos un buen rato, de tocarte, de sacarte el casco, despacito, y agarrarte la cara embarrada y con sangre, para decirte “Esperame arriba amigo, gracias por todo”.»
Soñé que moríamos Rosa. También partían Cacho, Juan, Vicky, Paula, Diego, la perra y todos los que compartimos esta cuarentena. Moríamos lentamente Rosa. Nos encerrábamos en nuestras casas por un virus sumamente contagioso que no tenía cura. Los medios hablaban de él. Se hacía un conteo en todos los países del mundo de los nuevos infectados y las nuevas víctimas fatales. Todos los días me llegaba al teléfono una notificación de La Nación diciendo: “Virus en la Argentina: se confirmaron dos nuevas muertes y ya son … los fallecidos” y al rato otra que decía “Italia: nuevo récord de muertes”. Moríamos día a día Rosa, éramos decenas de personas que dejábamos este mundo. Pero me retracto, no moríamos Rosa, nos convertíamos en otra cosa. Porque éramos energía y la energía no muere Rosa, se transforma. Como el agua, cuando hierve y se evapora. No decimos el agua se murió, el agua se evaporó Rosa, cambió de estado ¿entendés?
Y eso nos pasaba en el sueño Rosa, nos evaporábamos lentamente, como protagonistas de una historia en la que al narrador se le va acabando la tinta…
Pero por suerte fue un sueño Rosita. ¿Sacaste la perra al jardín?
https://gallardof.com/wp-content/uploads/instagram.png788940Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-04-01 20:38:212021-03-06 17:56:33#Día13 – Nos evaporamos Rosa
Estoy perdiendo la noción del tiempo Rosa, no sé si es feriado, día hábil, Navidad o domingo… Rosa sonríe. Termina de hacer el café y da vuelta las tostadas. La única certeza que tienen del tiempo en la casa es que el horario del té se respeta a rajatabla.
Vos te reís pero desde que me dijeron lo del corazón pienso todo el día en el tiempo, Rosa. A la mañana se me ocurrió chatear con Diego, viste que a él le diagnosticaron ELA hace ocho años y conoce muy bien esto de llevar una enfermedad. Pero de llevarla bien eh, él es protagonista, se hace cargo y va por la vida inspirando a todo el mundo… no sé cómo hace. Sé que tiene una mujer de fierro… Le pregunté cómo estaba y qué hacia, mirá esta respuesta Rosa: “Yo estoy guardado Roberto, como tenemos que estar. Estoy en mi adorado tiempo para dar y crecer. Escribiéndole a todos los que se me van cruzando por la mente, recorriendo contactos y viendo a cuál me toca hoy. El tiempo para mí es muy valioso, es una yapa de lujo, es un regalo. Roberto, yo todavía puedo escribir, hablar, decir, contar y reír… Este tiempo de cuarentena es más de esto que vivo hace ocho años, pero mucho más intenso e inspirador”.
Le pregunté en qué me podía apoyar con lo mío…
“Confianza en el Barba, o en lo que cada uno crea, pero siempre buscá alimentar tu vida espiritual. Y después, tu gente… la fuerza que dan es inimaginable. Yo no soy el mismo sin ellos, hoy veo otras cosas, detalles, acciones, gestos, sentimientos, aprendí mucho de mi gente. Pero es importante cambiar la mirada, ver qué tiene el otro de bueno para enseñarme”.
Y le hablé del tiempo, de que no pensaba en eso hasta que salí de aquel consultorio…
“Porque pensamos que somos dueños del tiempo Roberto, que es eterno y que lo podemos administrar como queramos. Pensamos que algún día le vamos a dar prioridad a nuestra familia, a nuestros amigos, a lo que realmente importa, pero antes que todo siempre está el laburo… Pensamos, primero lo mío y después… Y mirá hoy, estamos encerrados y a la mierda todos los planes, las prioridades cambian de un segundo al otro. ¡No somos dueños ni de nosotros mismos! Por eso hay que aprovecharlo al máximo y no esperar a que una enfermedad te abra los ojos”.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/Copia-de-Frases-Blog-5.png788940Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-03-31 21:16:082021-03-06 17:56:34#Día12 – Charla con Diego
Qué lindo este momento Roberto, qué lindo todo lo que está pasando, porque… pará, antes de que me ataques boludo, pará. Imaginate, esto…
De qué carajo me hablás Cacho…
Vos haceme caso gil, tomate un buen sorbo, ponete cómodo y cerrá los ojos. Imaginate, pero hacelo bien eh, imaginate esto que te digo. Como si fueran escenas de una película:
Imaginate que sale el Alberto en cadena nacional a decir que todo esto terminó. Que podemos volver a salir a la calle porque salió una vacuna.
Imaginate la gente saliendo de sus casas, la gente corriendo Roberto, sin sentido, sin dirección, la gente corre, se abraza, llora, la gente llora Roberto. Se abraza el vecino de la cuadra con tu vecina. No se conocen, pero se abrazan. Hay banderas Argentinas por todos lados Roberto. Sale Jorge el almacenero, con la panza al aire, a abrazar a la verdulera de enfrente con la que siempre tuvo pica. A Omar el jardinero se le caen las lágrimas porque puede volver a cortar el pasto. Paula sale de la veterinaria gritando como loca con una perra salchicha en brazos. Andrés el carnicero, con el delantal todo manchado, abraza a María, la más coqueta del barrio. Damián se sube al taxi y empieza a tocar bocina. Pasa Walter, el de Ivess y le parte la boca a Daniela, la viuda de la esquina. Marcelo el dentista sale corriendo, con el torno en la mano, y abraza a Diana la peluquera. De lejos se ve un camión de Cliba con los muchachos saltando, la gente empieza a ovacionarlos Roberto, a seguirlos por cuadras, sin importar el olor a mierda. Y en los hospitales Roberto, la gente lleva en andas a todos los médicos, con marcas en la cara de tanto barbijo, como si fueran Maravilla Martinez que recién terminada la pelea. No paran de llorar, Roberto. Hay una enfermera, arrodillada, agradeciéndole al barba porque se acabó la locura. La abraza otra enfermera, judía ortodoxa…
Imaginátelo a Anselmo, Roberto, en pleno Río Luján; con su sonrisa casi sin dientes, la boina bordó, tocando los tres bocinazos de siempre, los dos primeros cortos y el último bien largo… Imaginátela a Rosa, mirándote a los ojos, diciéndo: se terminó Roberto, se terminó.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/Copia-de-Frases-Blog-2.png788940Fede Gallardohttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngFede Gallardo2020-03-30 22:09:252021-03-06 17:56:35#Día11 – La meditación de Cacho
De galera y bastón
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede GallardoActive, por favor, el protocolo COVID-19.
Sí, señor.
Cuando pise tierra firme, interfiera la señal de WIFI del planeta y avíseme cuando esté al aire.
Hecho, señor. ¿Algo más?
Apúrese. Los humanos aún no comprenden la importancia de este momento.
Sí, señor.
Minutos después… en todas los dispositivos del planeta tierra, se vio a un hombre de galera y bastón que interpretaba, en los idiomas existentes y al mismo tiempo, el siguiente mensaje:
“Humanos. En poco tiempo uno de ustedes encontrará la vacuna para el COVID-19. Vengo a anticiparles que su mundo dejará de existir tal como lo conocen. Está llegando un nuevo paradigma que necesitará de un comportamiento totalmente distinto de parte de ustedes. Enumero algunos puntos importantes:
De ahora en más, háganse cargo de lo que les pasa. No funcionen como víctimas. El ego deberá ser erradicado, es el principal mal de todos los que habitan en su mundo. Dejen de lado las expectativas en los demás, cuando el otro actúa de forma diferente a la esperada se genera desilusión y sufrimiento. No pidan, agradezcan. Dejen de actuar como si la vida les debiera algo, así nunca van a estar completos. No pidan, den, eso genera un sentimiento muy elevado. Muchos de sus maestros como Jesús, Buda y demás, les hablaron del amor incondicional, significa amar sin condición. El amor, la compasión y el agradecimiento son las emociones que generan felicidad, no sus placeres mundanos. Fabriquen y practiquen ese estado. Creen buenos pensamientos. Ustedes atraen lo mismo que emiten. Agradezcan por cosas que aún no les pasaron, visualicen. Ustedes crean su propia realidad. Cultiven su vida espiritual. Mediten diariamente. Lean. Escriban. Aprendan. Hagan ejercicio. Aliméntense sanamente. Que sus enojos sean cada vez más cortitos. Y una vez que lleguen a su estado de plenitud. Enséñenle al de al lado. Contagien amor. Esta es la forma en la que vivimos en nuestro mundo y el estado es de felicidad constante. Ojalá comprendan la importancia de este momento.
Saludos”.
.
Gracias @beholder.tv por esta linda alianza de contar historias con tu magia fotográfica 🤯🙌🏻
#Día15 – El fin
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede Gallardo¿Carta? ¿De qué tipo? ¿Qué dice Rosa?
No sé, a ver… “Para Rosa y Roberto”.
Ah la mierda, abrila Rosa, abrila:
“Queridos Rosa y Roberto, ¿cómo están?
No hace falta que respondan, sé que están bien.
Ustedes no me conocen, nunca me vieron y sospecho que tampoco lo harán. Yo soy el narrador de esta historia, el que la creo, la sintió, la sufrió, la rió y la lloró.
Esto empezó hace 15 días, cuando se dictó la cuarentena obligatoria y me propuse, como ejercicio de escritura, escribir todos los días.
Como bien sabrán, la cuarentena se extendió y no sabemos cuánto va a durar… Y, perdonen mi honestidad, creo que es suficiente. Esto no es un fin, ustedes están dentro mío y son parte de mi historia. Por eso, además de darles esta triste noticia, quería agradecerles.
Roberto, gracias por ser como sos. Estás, en gran medida, creado por mis partes buenas y mis partes malas. Con el tiempo aprendí a aceptarte y a quererte. Hoy te quiero mucho y así, como sos. Y tranquilo… te vas a curar, tenés una operación a fines de abril, va a doler pero vas a estar bien y vas a disfrutar de Rosa, de tus hijos Juan y Victoria, y antes de fin de año de tu nieto.
Gracias Rosita querida, hermosa. Me mostraste muchas veces mi lado más femenino, que todo hombre tiene y necesita. Me haces muy bien. Me das la sensibilidad extrema con la que vivo para mantenerme lo suficientemente humano.
Gracias Cacho, englobas mucho. También sos parte de mí. Sos mis amistades, mis consejos y mis razonamientos. Te quiero y representás a mucha gente que me hace bien.
Gracias Diego, sos tan real como lo que escribí. Te admiro.
Gracias Pablito, bueno… Ojalá no tuviera que inspirarme en vos para escribir lo que escribí, ojalá estuvieras acá conmigo, en el mundo “real”. Te extraño amigo.
Y a todos los que aparecen, gracias. Díganles que en todos ellos hay parte de mí. Pero vuelvo a ustedes, Rosa y Roberto, para decirles que los quiero y que van a ser siempre parte de mi escritura.
Muchos abrazos y besos, sobre todo en esta época.
Fede Gallardo.
PD: Si algún lector quedó decepcionado, por favor háganle llegar mis más sinceras disculpas”.
Rosa, ¿y este boludo quién carajo es?
#PasarseEsComoNoLlegar #CoronaVirus #Cuarentena #Argentina
#Día14 – Malvinas y Pablito
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede GallardoEsto de la videollamada tranquiliza un poco, ¿qué whisky te serviste?
Uno japonés, espectacular… Che, ¿viste que con esto de la cuarentena no le dimos mucha bola al 2 de abril? Vi un par de fotos en Facebook, pero cuando era feriado tomaba más protagonismo.
Me pasó lo mismo Roberto, y por eso le dediqué una carta.
¿A quién? ¿A Pablito?
A Pablito, mi gran amigo que quedó en las Islas, y a todos los Héroes de Malvinas, escuchá:
“A veces te imagino, nos imagino. ¿Cómo seríamos? ¿Cómo serías vos? ¿Cómo sería yo con vos? Me quedo pensando… Cuando te pienso siempre llega algún pajarito y se pone a cantar, a dejarme tranquilo de que estás escuchando. Y sabés que yo no entré en esa lista porque Dios no quiso, pero sufrí tanto cuando me dijiste que te ibas… Tenías 16 años, eras un pibe. Habíamos compartido nuestra infancia, podría decir que eras de mis únicos amigos. Siempr manso, estructurado, metódico, disciplinado… Te elegían siempre mejor compañero todos los años, jugabas al padel como la gran puta, al tenis también, yo creo que hubieses llegado lejos, pero…
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué así? ¿Sin avisar? De un día para el otro… Partiste para el Sur y, tiempo después… No pude darte ni un tibio abrazo de adolescente, ni siquiera eso… Y partiste.
A los 13 días de que te fuiste, mamá me llamó con voz de circunstancia. “Cachito, vení, dejá la pelota, vení, entrá que te tengo que decir algo”. Tenía cara de angustia, de no tener ganas de contarme lo que tenía para decir. Me llevó al cuarto, me sentó en la cama y, entre lágrimas, me dijo que te habían disparado intentando rescatar a un compañero herido, por eso siempre te elegían mejor compañero… “Mamá ¿dónde está? Mamá lo quiero ver, Mamá contame…” pero no había vuelta atrás.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué así? Sin poder despedirnos, sin poder decirte a la cara “te quiero”. ¿Será por eso que hoy lo digo tan seguido? Quiero que sepas que todavía siento el anhelo de abrazarnos un buen rato, de tocarte, de sacarte el casco, despacito, y agarrarte la cara embarrada y con sangre, para decirte “Esperame arriba amigo, gracias por todo”.»
#PasarseEsComoNoLlegar #CoronaVirus #Cuarentena #Argentina #2DeAbril
#Día13 – Nos evaporamos Rosa
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede Gallardo#Día12 – Charla con Diego
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede GallardoRosa sonríe. Termina de hacer el café y da vuelta las tostadas. La única certeza que tienen del tiempo en la casa es que el horario del té se respeta a rajatabla.
Vos te reís pero desde que me dijeron lo del corazón pienso todo el día en el tiempo, Rosa. A la mañana se me ocurrió chatear con Diego, viste que a él le diagnosticaron ELA hace ocho años y conoce muy bien esto de llevar una enfermedad. Pero de llevarla bien eh, él es protagonista, se hace cargo y va por la vida inspirando a todo el mundo… no sé cómo hace. Sé que tiene una mujer de fierro… Le pregunté cómo estaba y qué hacia, mirá esta respuesta Rosa: “Yo estoy guardado Roberto, como tenemos que estar. Estoy en mi adorado tiempo para dar y crecer. Escribiéndole a todos los que se me van cruzando por la mente, recorriendo contactos y viendo a cuál me toca hoy. El tiempo para mí es muy valioso, es una yapa de lujo, es un regalo. Roberto, yo todavía puedo escribir, hablar, decir, contar y reír… Este tiempo de cuarentena es más de esto que vivo hace ocho años, pero mucho más intenso e inspirador”.
Le pregunté en qué me podía apoyar con lo mío…
“Confianza en el Barba, o en lo que cada uno crea, pero siempre buscá alimentar tu vida espiritual. Y después, tu gente… la fuerza que dan es inimaginable. Yo no soy el mismo sin ellos, hoy veo otras cosas, detalles, acciones, gestos, sentimientos, aprendí mucho de mi gente. Pero es importante cambiar la mirada, ver qué tiene el otro de bueno para enseñarme”.
Y le hablé del tiempo, de que no pensaba en eso hasta que salí de aquel consultorio…
“Porque pensamos que somos dueños del tiempo Roberto, que es eterno y que lo podemos administrar como queramos. Pensamos que algún día le vamos a dar prioridad a nuestra familia, a nuestros amigos, a lo que realmente importa, pero antes que todo siempre está el laburo… Pensamos, primero lo mío y después…
Y mirá hoy, estamos encerrados y a la mierda todos los planes, las prioridades cambian de un segundo al otro. ¡No somos dueños ni de nosotros mismos! Por eso hay que aprovecharlo al máximo y no esperar a que una enfermedad te abra los ojos”.
#PasarseEsComoNoLlegar #CoronaVirus #Cuarentena #Argentina
#Día11 – La meditación de Cacho
/0 Comentarios/en Blog, Coronavirus, Cuentos /por Fede Gallardo