Gotas de sangre que siguen cayendo

manchasdesangre1Scioli decretó la emergencia en la provincia de Buenos Aires: «No podemos seguir discutiendo entre nosotros mientras afuera mueren inocentes, se destrozan familias», dijo. «Debemos dar esta pelea juntos» agregó, refiriéndose a todas las fuerzas políticas y sociales. Ahora bien, quisiera saber cuantos entierros hicieron falta para llegar a esta frase, cuantos velorios, abrazos y cuantas lágrimas hicieron falta derramar para que uno de los máximos responsables reaccione. Decir que es demasiado tarde seria un razonamiento inútil, porque para la inseguridad es mejor reaccionar tarde que nunca. Leer más

Desde Iruya a San Isidro, caminando la vida

Iruya-San-Isidro-SaltaY si me dicen que: “allá, camino arriba, esta Dios”, lo creo. Fácil es la vida para el que viene a conocer pero difícil para el que quiere pertenecer. Estoy convencido de que sus habitantes, su gente, es rica. Sostengo, una vez más, que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

 A unos 8 kms de Iruya, Salta, está ubicado un pueblito llamado San Isidro que se llega saliendo desde Iruya, río arriba por el Río San Isidro, a unas dos horas y media a pie. El camino es la orilla formada por miles de millones de piedras de diversos tamaños. Leer más

Lazos de sangre… y música

securedownloadCómo no sentir la música de esta manera si a los 6 años mi hermano me hacía dormir con «The Division Bell» de Pink Floyd. Era la única forma que el demonio de Tasmania se tranquilizara. Con esas voces y esas guitarras… Así nació mi amor por los acordes, escuchando a una de las mejores bandas de toda la historia. Nací con una cultura musical que, por lo menos a mí, me enorgullece. ¿Méritos? Ninguno. Quizás ser el menor de seis hermanos, mentores de esta educación musical… Pero no importa, no voy a hablar de eso, no te quiero aburrir. Leer más

Esperando la Navidad

Notre-Dame-Fede-GallardoMe parece raro estar escribiendo esto, no lo suelo hacer, no suelo exteriorizarlo pero me di cuenta que hago mal en no hacerlo. Entramos en la primer semana de diciembre, llega navidad, llega fin de año. La cabeza va a revoluciones cada vez más fuertes, decimos que llegá la hora de hacer un balance, de estudiar la situación en la que estamos hoy, pero poco hacemos de esto. Seguimos y corremos en una vorágine que nos contamina y que se nos contagia como un virus. Todos, creo yo, estamos igual… Hoy decidí parar. Quise frenar un poco y pensar, pero no en todo lo que paso, sino en lo que viene. Leer más

A esto vinimos

securedownloadUna mesa de madera, una tabla con salame, un vaso con vino y un enamorado de la vida con una birome. El sonido de la piña del pino del bosque que arde en el fuego me hace hablar con el silencio. La frente me arde, fue mucho el sol que pegó hoy en ella. Las piernas cansadas de tanto caminar, el hombro enojado de tanto castear, mis dedos sucios sin bañar, hacen de mi cuerpo un pescador fascinado de tanto andar. Se termina el lunes, dando comienzo a una gran semana de pesca, o por lo menos así parece.
A las 12 nos abrieron las tranqueras de una estancia que por momentos juega a ser el mismísimo paraíso. Con pinos que intentan ser protagonistas de una película cuyo principal actor es el rio y sus integrantes, denominadas truchas. Leer más

Sigue brillando, diamante loco…

Migue

Una sola canción que se repite cada vez que llega a su final…

No podía ser de otra manera, esta nota no la iba a poder escribir en el tren, ni en la facultad, ni en el laburo, ni en otro lugar que no sea en mi cuarto. Con la puerta cerrada, la música a niveles que sólo yo creo poder aguantar y una canción. Una sola canción que se repite cada vez que llega a su final, al igual que cada una de mis lágrimas. Fue el mismo tema que escuche el día que te fuiste, el día que tu hija más grande me llamó por teléfono a las siete de la mañana para darme una de las peores noticias que pude recibir en toda mi vida: “Papá se fue” me dijo una voz desgarrada. Una voz que no salía del impacto. Una voz que me confirmó lo que no quería oír: “tuvo un accidente en la moto”. 

Cómo describir lo importante que fuiste para mi, amigo… Cumpliste todos los roles que puede alcanzar una relación, gracias a vos fui hijo, hermano, amigo.

Tu adolescencia estuvo marcada por una educación implacable, fuiste parte de La Marina, establecimiento que te logró realizar en un gran porcentaje como per

sona… Del otro porcentaje restante se ocupó Diana, tu mujer, una de las mujeres más increíble de esta tierra.

Punto aparte: ¡qué suerte tuviste macho! Te felicito, todavía no conocí a una como ella, con esa fuerza, ese espíritu y esa nobleza. La debés haber conquistado con tus chapas, tu barba candado y con esa onda tan particular que tenías… Formaste con ella una de las familias más lindas que conozco, con cuatro hijos que me llenaron la infancia de vida, de felicidad y me la siguen llenando hoy desde su lugar.

Lo más lindo que dejaste fueron a estas cinco personas que valoro, respeto y quiero con el amor más profundo de mi corazón. Gracias Migue por haberme dejado a Dianita, a Pachu, a Tute, a Juancho y a Manu. Fue tu regalo más lindo.

Volviendo a tu persona… qué linda era tu risa macho, que carcajada tan particular, la oigo cada vez que cuento un buen chiste. Cómo se te transformaba la cara cuando sonreías, eras una luz, pero… ¡qué cabrón eras, hijo de puta! Qué fuerte era cuando se te saltaba la térmica y qué cagaso verte de mal humor, caminabas y se cortaba el aire. Qué personalidad, qué presencia.

Cómo me soportaste durante 20 años todavía no sé, lo único que tengo para decirte es gracias. Gracias por ser el vecino con el cual aprendí tantas cosas, aprendí de fierros, de lavarropas, de minas, de La Marina y también me diste infinidades de argumentos para decir que hoy te extraño como nunca. Porque puedo ni quiero olvidarte, campeón.

Pasaron 9 años Migue, pasaron 3.285 días desde el puto momento en el que el de arriba decidió llevarte. Sí, sé que estas cosas se «deben» aceptar… Sé que al Barba no se le discute, en lo posible se agacha la cabeza y se acepta… pero cómo me costó asimilar que te fuiste. Me es inevitable no hacerle alguna que otra pregunta, ¿y si tan sólo te dejaba un par de años acá abajo? En fin, no voy a encontrar respuestas, sólo quiero que estés allá con él. Quiero que estén los dos juntos, con eso me basta y sobra.

Te extraño “viejo”, te extraño amigo. Lo único que pido cuando miro al cielo, es que sigas brillando, diamante loco, porque eso eras, un diamante loco. Ese es el tema que hoy escucho, ese es el tema que escuché el día que te fuiste, esa es la obra de arte que dejó Pink Floyd, que a vos tanto te gustaba y que me hace acordar a tu sonrisa:

“Shine on you crazy diamond”


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