Ni de izquierda ni de derecha, es mía

IMG_1959La mente navega mientras el profesor habla, hoy es clase de Historia Social Argentina. Las ideologías flotan por el sexto piso, algunas muy tibias otras muy marcadas que inmediatamente llevan a la confrontación. Se separan dos bandos claros, dos formas de pensar las cosas de manera muy diferente, ellas son las que dividen, ellas son las que no coinciden, ellas son la gran parte de la historia de nuestro país. La izquierda y la derecha. A mí manera de concebir la historia, creo que fuimos (y somos) una sociedad dividida, desde tiempos de Rosas hasta los actuales minutos en los que escribo esta nota. Nunca supe demasiado de política y lo poco que supe fue sellado a fuego por una educación netamente de derecha. Terminá!

Mi único objetivo es llegar a casa

IMG_1397No sé que me pasa, estoy ansioso, molesto, extremadamente nervioso. Transpiro, respiro rápido, mi corazón late más fuerte de lo normal. Estoy en un estado de ira inimaginable en la que agarraría la 9 de julio y empezaría a correr directo a casa. Probablemente se me acabe la nasssta a la altura de la villa 31 de Retiro, pero pienso que estar ahí me daría más fuerzas para correr (llamémosle a eso cagaso). Pienso que probablemente elegiría Run Like Hell de Pink Floyd para que el coro me grite de fondo: «run, run, run…» y me haga correr todavía mas rápido. Seguí

Están creando un monstruo

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Yo, Fede, Pío, Gustavo y Luis en Bodegas Etchart.

Necesitaba escribir, necesitaba descargar algunas cosas, algunos momentos de este increíble viaje. ¿Viaje? Sí, estoy recién llegado de Salta, de un viaje de prensa en el que fui invitado por el Ministerio de Turismo. La invitación fue para recorrer los caminos del vino y combinarla con el exquisito y exclusivo deporte denominado golf. Salimos el viernes al mediodía y después de unos días increíbles acá estoy, sentado en el living escribiendo, con la chimenea prendida y alguien al lado. Un sorprendente compañero que llegó en el momento menos esperado. Está a unos pocos centímetros, les presento a mi nuevo amigo el vino. Falta poco

Corriendo por correr

IMG_3664Que distinto es cuando uno corre contra el reloj y cuando uno corre por correr. La diferencia se siente en cada paso. Cuando hago el calentamiento previo doy algunas vueltas y siento adentro mío una pregunta que solo yo me puedo contestar ¿Hoy es un día para correr por correr o para batir mis propios records? Cabe destacar que hay una gran diferencia entre una salida y la otra, sobre todo en la cabeza, esa que juega de amiga pero cuando quiere se transforma en enemiga. Cuando corro por correr disfruto, pero disfruto en serio. Disfruto de cada paso que doy, de cada pisada, de cada movimiento, disfruto del barrio, de cada árbol, de cada casa, de cada vereda, disfruto del río, de cada barco, de cada amarra, de cada madera, disfruto de la noche, de cada estrella, de cada nube, de cada brisa de viento, disfruto de cada farol que ilumina mi camino. Voy escuchando música, y ahí también se marca una diferencia, por que voy escuchando la música que me relaja, que me lleva a otra dimensión, que me hace transportarme y entonces, cuando corro por correr, no corro sino que floto. Yes, es larga

La vieja

En el campo.Es de noche, hace frío y estoy solo (con un buen vaso de whisky). Llegué a casa después de un largo día de laburo y facultad, como de costumbre, sana costumbre. Me siento a escribir un poco, pero qué soledad qué hay. Rudo en su cucha durmiendo, la música esta bastante fuerte para ser las 0:48 de la noche. Los viejos están en Tandil visitando a la gorda (mi hermana), al gordo y a Quiquito (mi sobrino), de a ratos se los extraña (no voy a negar que me fascina estar solo pero porque sé que vuelven.)

Con la vieja nos despedimos el martes a la mañana, con un tibio beso y un «buen viaje» pero con una aclaración: «Vieja, el jueves es tu cumpleaños, no nos vamos a ver…» y con una sonrisa le dije: «No esperes una nota como la del viejo en el blog por que no llegué a escribirla y no voy a llegar». Bueno, le mentí. Falta bastaaante

El viejo

Con el viejo.Qué linda es la lluvia cuando cae y golpea contra la chapa. Qué sonido particularmente perfecto. Qué valor toma el mate en estas circunstancias y más cuando tenés a tu viejo al lado. Cuando te reís y por qué no, cuando discutís. Cuando te peleas pero al rato te amigas. Pero lo más lindo de este ida y vuelta que se llama vida es que lo tenés al lado y eso… eso es invalorable. Hoy, en su cumpleaños, quiero hablar de él.

Cruz es un tipo que durante gran parte de su vida la remó. Un marinero que, con el paso de los años, se convirtió en Capitán gracias a que el mar nunca estuvo en calma. Y nunca se quejó. Y siempre la luchó. Era chico y se vino del campo para las luces a estudiar Abogacía, carrera que no pudo terminar porque apretaba más el bolsillo y la necesidad que las ganas de tener un título. Conoció a una mujer que potenció cada una de sus cualidades y lo hizo mejor persona aunque no sea momento para hablar porque Merce merece una nota aparte. Se casaron y tuvieron seis hijos. El viejo laburó mucho, dejó Buenos Aires y se fue a San Pedro (ciudad donde nació el abajo firmante). En ese encantador pueblito hizo amigos, educó a sus hijos, se convirtió en rico y en pobre, fue vendedor de autos (Gallardo Automotores), fue dueño de un galpón de pollos, y fue algunas cosas más… Pero, sobre todo, fue un gran recuerdo para lo que dejó de ser un pueblito para convertirse en ciudad. Veinte años más tarde volvió a Bs. As. para sentar cabeza en Tigre, para seguir laburando, para seguir haciendo amigos, para seguir educando a sus hijos y para dejar huella… 

Una de sus virtudes más destacadas es el “amor” al trabajo, Cruz es de la vieja escuela, de esos que ya no quedan, que van para adelante sin dudarlo, con los huevos bien puestos. En algunos mates compartidos con la vieja, me contaba muchas de las cosas que yo no viví por ser el más chico, por ejemplo que Cruz tuvo dos laburos para poder mantener a todos sus hijos, que dormía muy pocas horas por día y que dejó todo en cancha para que podamos tener una educación digna y, esencialmente, para darnos el ejemplo.

El viejo en Los EspartanosHombre de pocas palabras a la hora de cagarme a pedos, pero cuando abría la boca nos dejaba helado. Me acuerdo la vez que le mentí por motivos escolares (me había llevado varias materias y no había dicho nada). Me sentó en su oficina del entre piso del Supermercado La Catedral (ese que nos dio de comer por muchos años) y me dijo con voz gruesa: “A tus viejos no les mentís.”, no hizo falta ni cachetazo. Me paré de la silla, di media vuelta y me fui. Hasta hoy (salvo algunas mentiritas piadosas), no lo volví a hacer.

Es optimista en los momentos en que necesitas de él, revolea un brazo y con el ceño fruncido te dice: “Pero siii, metele para adelante”. Aunque, con el pasar de los años, algo pesimista también… Me toca disfrutarlo en uno de sus mejores momentos, gracias a Dios, hoy está jubilado y su preocupación es la huerta, la pileta y la vieja (aunque se haga problema por tantas otras cosas más…). 

En los últimos años se volvió un tipo espiritual, de hechos y acciones, de los tipos que valen la pena y se ocupan de los demás.

Fue el mayor responsable de que yo forme parte de Los Espartanos.  

Con el pasar de los años me di cuenta todo lo que aprendí y sigo aprendiendo al lado suyo. Una de las cosas que me dejó marcado a fuego es el concepto de FAMILIA. Éste, también esta dentro de sus mayores logros. La unión familiar es algo tan difícil de conseguir hoy en día que me cuesta imaginar como voy lograrlo cuando a mí me toque… La Familia es el respaldo más grande que puede llegar a tener alguno de nosotros, los integrantes. Es la base para muchas cosas pero, sobre todo, es la base para la vida. A mi entender, sin el concepto de Familia y amigos, es difícil que uno pueda lograr muchas cosas, o por lo menos es difícil pasarla bien en esta vida. Gracias a Dios, esos dos conceptos ocupan un gran porcentaje en mi vida y te puedo asegurar que es gracias al viejo…

Otra de las tantas cosas que me dejó tatuado en la piel es la alegría y su humor tan único… Con el paso de los años se fue poniendo un poquito más verde e inevitablemente más divertido. Y su humor no va sólo por ese lado, aprendió a reírse de algunas situaciones de su diaria. Cuando lo veas y le preguntes cómo está te va a responder «rengo, rengo, pero vengo»… Y cuando el vecino del barrio le preguntó en un tono serio cuál era la causa de su renguera, soltó un «muchos años de vino malo»… Y seguramente sea la principal causa.

¿Sabías qué? De chico tuve dos profesiones. La primera fue la de mozo, serví vino de «Damajuana» en una botella de vidrio triangular que nunca más me la voy a olvidar y la mesa del living de Montes de Oca tampoco. Y la segunda profesión de aquellas épocas fue la de ser el remisero de los 43/70 corto… Un cartón de cigarrillos marrón, asqueroso y repugnante que el viejo amaba… Y será tal el odio que le agarré a esa cajita que en mi vida fumé.

Y así es el viejo y a medida que pasan los años, que me pongo más grande y seguramente tenga que ver también que hace un tiempo me fui de casa y el vínculo inevitablemente creció y se hizo más fuerte, y también puede ser que empiezo a notar que a mis amigos les empieza a faltar su viejo, y que me doy cuenta de muchas cosas pero sobre todo, que lo quiero, valoro y admiro.

Y creeme viejo que no hay satisfacción más grande que, después de tanto tiempo verte remar, puedas ver que el mar está en calma y que aquel marinero, hoy convertido en Capitán, no tiene nada más que hacer que disfrutar del oleaje que, gracias a Dios, está tranquilo y sereno…

Ojalá algún día llegue a ser el Capitán de mi propio barco y pueda timonear a mi familia como vos timoneaste a la nuestra, y pueda exprimir todo lo bueno que me dejaste y mejorar lo que no me gustó de vos, pero para eso falta… Por ahora soy un simple marinero navegando y luciendo las marcas que me dejaste. Marcas llenas de valores, que muestro con orgullo, el mismo orgullo de ser tu hijo.

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Al día de hoy, no tengo más que palabras de agradecimiento.
¡Feliz cumpleaños Nº 75!
Tu hijo menor.