Me parece raro estar escribiendo esto, no lo suelo hacer, no suelo exteriorizarlo pero me di cuenta que hago mal en no hacerlo. Entramos en la primer semana de diciembre, llega navidad, llega fin de año. La cabeza va a revoluciones cada vez más fuertes, decimos que llegá la hora de hacer un balance, de estudiar la situación en la que estamos hoy, pero poco hacemos de esto. Seguimos y corremos en una vorágine que nos contamina y que se nos contagia como un virus. Todos, creo yo, estamos igual… Hoy decidí parar. Quise frenar un poco y pensar, pero no en todo lo que paso, sino en lo que viene. Leer más
00administratorhttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngadministrator2013-12-03 18:33:132021-03-06 17:51:03Esperando la Navidad
Una mesa de madera, una tabla con salame, un vaso con vino y un enamorado de la vida con una birome. El sonido de la piña del pino del bosque que arde en el fuego me hace hablar con el silencio. La frente me arde, fue mucho el sol que pegó hoy en ella. Las piernas cansadas de tanto caminar, el hombro enojado de tanto castear, mis dedos sucios sin bañar, hacen de mi cuerpo un pescador fascinado de tanto andar. Se termina el lunes, dando comienzo a una gran semana de pesca, o por lo menos así parece. A las 12 nos abrieron las tranqueras de una estancia que por momentos juega a ser el mismísimo paraíso. Con pinos que intentan ser protagonistas de una película cuyo principal actor es el rio y sus integrantes, denominadas truchas. Leer más
https://gallardof.com/wp-content/uploads/Ale-Vidal-Fede-Gallardo.jpg300300administratorhttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngadministrator2013-11-27 20:43:002021-03-06 17:51:03A esto vinimos
Una sola canción que se repite cada vez que llega a su final…
No podía ser de otra manera, esta nota no la iba a poder escribir en el tren, ni en la facultad, ni en el laburo, ni en otro lugar que no sea en mi cuarto. Con la puerta cerrada, la música a niveles que sólo yo creo poder aguantar y una canción. Una sola canción que se repite cada vez que llega a su final, al igual que cada una de mis lágrimas. Fue el mismo tema que escuche el día que te fuiste, el día que tu hija más grande me llamó por teléfono a las siete de la mañana para darme una de las peores noticias que pude recibir en toda mi vida: “Papá se fue” me dijo una voz desgarrada. Una voz que no salía del impacto. Una voz que me confirmó lo que no quería oír: “tuvo un accidente en la moto”.
Cómo describir lo importante que fuiste para mi, amigo… Cumpliste todos los roles que puede alcanzar una relación, gracias a vos fui hijo, hermano, amigo.
Tu adolescencia estuvo marcada por una educación implacable, fuiste parte de La Marina, establecimiento que te logró realizar en un gran porcentaje como per
sona… Del otro porcentaje restante se ocupó Diana, tu mujer, una de las mujeres más increíble de esta tierra.
Punto aparte: ¡qué suerte tuviste macho! Te felicito, todavía no conocí a una como ella, con esa fuerza, ese espíritu y esa nobleza. La debés haber conquistado con tus chapas, tu barba candado y con esa onda tan particular que tenías… Formaste con ella una de las familias más lindas que conozco, con cuatro hijos que me llenaron la infancia de vida, de felicidad y me la siguen llenando hoy desde su lugar.
Lo más lindo que dejaste fueron a estas cinco personas que valoro, respeto y quiero con el amor más profundo de mi corazón. Gracias Migue por haberme dejado a Dianita, a Pachu, a Tute, a Juancho y a Manu. Fue tu regalo más lindo.
Volviendo a tu persona… qué linda era tu risa macho, que carcajada tan particular, la oigo cada vez que cuento un buen chiste. Cómo se te transformaba la cara cuando sonreías, eras una luz, pero… ¡qué cabrón eras, hijo de puta! Qué fuerte era cuando se te saltaba la térmica y qué cagaso verte de mal humor, caminabas y se cortaba el aire. Qué personalidad, qué presencia.
Cómo me soportaste durante 20 años todavía no sé, lo único que tengo para decirte es gracias. Gracias por ser el vecino con el cual aprendí tantas cosas, aprendí de fierros, de lavarropas, de minas, de La Marina y también me diste infinidades de argumentos para decir que hoy te extraño como nunca. Porque puedo ni quiero olvidarte, campeón.
Pasaron 9 años Migue, pasaron 3.285 días desde el puto momento en el que el de arriba decidió llevarte. Sí, sé que estas cosas se «deben» aceptar… Sé que al Barba no se le discute, en lo posible se agacha la cabeza y se acepta… pero cómo me costó asimilar que te fuiste. Me es inevitable no hacerle alguna que otra pregunta, ¿y si tan sólo te dejaba un par de años acá abajo? En fin, no voy a encontrar respuestas, sólo quiero que estés allá con él. Quiero que estén los dos juntos, con eso me basta y sobra.
Te extraño “viejo”, te extraño amigo. Lo único que pido cuando miro al cielo, es que sigas brillando, diamante loco, porque eso eras, un diamante loco. Ese es el tema que hoy escucho, ese es el tema que escuché el día que te fuiste, esa es la obra de arte que dejó Pink Floyd, que a vos tanto te gustaba y que me hace acordar a tu sonrisa:
Y Fede va a estar feliz. Le hablo a él, que pocas veces en el año sale a la luz, pero siempre esta vivo con alguna simple canción que lo transporte. Le hablo al viajero, al mosquero, al que no tiene problemas por nada, al que no se queja por un tren, al que no discute con su profesor de historia, ni menos lo hace con su jefe. Esta más allá de toda cotidianeidad, es tan profundo que me impresiona. Le hablo al Fede que esta creciendo cada vez más, diría a pasos agigantados, y me está haciendo la vida imposible. Porque no dejo de pensar en su forma de pensar. Diría que ya somos uno solo cada vez que pensamos. Es el que me conecta con un simple viaje, el que se puso feliz por que acaba de confirmar una semana de pesca en el Sur. Leer más
https://gallardof.com/wp-content/uploads/Sur-Fede-Gallardo.jpg299295administratorhttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngadministrator2013-10-31 22:00:072021-03-06 17:51:04Mi versión rutera
La bombonera. Si, haceme y hacete el favor de ir. Te voy a contar un poco mi experiencia. Cada vez que voy me pasa lo mismo. Cada vez que me de despierto el día en que juega Boca y se que voy a ir al estadio mas lindo del mundo, mi despertar tiene color, tiene mejor buen humor que de costumbre. Me baño y, en calzones, me pongo a cantar Pearl Jam, como si fuese Eddie, ante miles de personas. Me cambio, y esta vez la ropa es de laburo, porque el amor de mi vida juega un viernes, día laboral. Pasa el día, pasa la rutina, pero no pasa el buen humor, no pasa la alegría de saber que hoy voy a ver a 11 gladiadores, que, a mi parecer, están sintiendo lo que es jugar en Boca. Pasan las obligaciones, ahora toca disfrutar de las magníficas cosas que nos da la vida. Prendo el auto, de acompañante un gran amigo, Joaco, y encaro para La Boca. Faltan dos horas para el partido. Desde Tigre hasta la 9 de Julio, 28 minutos. Desde la 9 de Julio hasta La Boca, hora y 32 minutos. Leer más
https://gallardof.com/wp-content/uploads/La-Bombonera-Fede-Gallardo.jpg109300administratorhttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngadministrator2013-10-26 21:54:402021-03-06 17:51:04No mueras sin antes pisar…
Nada distinto a un día común de laburo y facultad. Día laborable armonioso, con cosas para hacer, cosas para terminar y cosas para empezar. Mates. Música, risas, silencios, enojos… ¿Quién no pasa por varios estados de animo estando 9 horas en una oficina? Somos humanos. En fin…
Facultad, Inglés. Entrega de notas. Un four: thanks God, thanks. Después, tema new. No cacé un fulbo. Fin de hora. Y vuelta para casa, bondi, Retiro, Tren y la nave. Después de llegar a la estación de Tigre agarro el auto y me voy a casa. Me subo, prendo la radio, prendo las luces y salgo. La palanca de cambios en la «D» de «Directa» en su linda caja de tercera. La nave se empieza a deslizar sobre el cemento. Guiño a la izquierda. Guiño a la derecha. Semáforo en rojo. Subo el volumen. Canto y bailo espásticamente. Hay razones para festejar: four in english.
Semáforo en verde. La nave esta contenta porque falta poco para llegar a casa. Gran tema en la radio: U2. Subo el volumen. Acelero. La nave también se excita. Miro al espejo y atrás un auto. Al minuto me hace luces. Sigo. Luces de nuevo. Sigo. En un acto de viveza me doy cuenta que es la policia, la shuta, es la cana, es la rati, es la gorra que me quiere apresar. Luces altas. La nave esta a 1 km de casa. Luces sin parar y ahora SIRENA. Listo. Cagué. Pero no, la nave quería llegar a la entrada del barrio. Ella se sentía más segura. La nave iba más rápido. La nave, en serio, estaba fuera de si. La shuta enojada, MUY. La nave frena. La gorra me intercepta el camino con una GRAN coleada.
Se baja. Enojada. Mano derecha en arma. Grita: Déme su registro, la cédula verde y el seguro. ¿Usted no vio las luces ni las sirenas?. No oficial, disculpe.»
La gorra se puso a mirar los pelpas, enojado, muy crispado. Se va a hablar con el Jefe Gorgory al gorracar. Vuelve. Me hace bajar, y me dice que una luz de atrás no me anda. Le doy la razón. Me vuelvo a sentar en la nave. Me mira. Lo miro. Mira la nave. Mira el interior de la nave. Y suelta un: Disculpe, ¿es automático?. Oficial, no sólo es automático, sino que acérquese y mire el kilometraje: son 144.234 kms, y son reales. Qué lindo que está, le haces algunos detalles de pintura y esto es una reliquia. Si, gracias oficial. Aparte, entre nosotros, ¡no te podía alcanzar!
Y con una sonrisa le tiro… Viejo es el viento pero sopla, oficial.
https://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.png00administratorhttps://gallardof.com/wp-content/uploads/logo_Mesa-de-trabajo-1.pngadministrator2013-10-03 21:10:112021-03-06 17:51:04Mi Ford Taunus
Esperando la Navidad
/9 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorA esto vinimos
/2 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorA las 12 nos abrieron las tranqueras de una estancia que por momentos juega a ser el mismísimo paraíso. Con pinos que intentan ser protagonistas de una película cuyo principal actor es el rio y sus integrantes, denominadas truchas. Leer más
Sigue brillando, diamante loco…
/4 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorUna sola canción que se repite cada vez que llega a su final…
No podía ser de otra manera, esta nota no la iba a poder escribir en el tren, ni en la facultad, ni en el laburo, ni en otro lugar que no sea en mi cuarto. Con la puerta cerrada, la música a niveles que sólo yo creo poder aguantar y una canción. Una sola canción que se repite cada vez que llega a su final, al igual que cada una de mis lágrimas. Fue el mismo tema que escuche el día que te fuiste, el día que tu hija más grande me llamó por teléfono a las siete de la mañana para darme una de las peores noticias que pude recibir en toda mi vida: “Papá se fue” me dijo una voz desgarrada. Una voz que no salía del impacto. Una voz que me confirmó lo que no quería oír: “tuvo un accidente en la moto”.
Cómo describir lo importante que fuiste para mi, amigo… Cumpliste todos los roles que puede alcanzar una relación, gracias a vos fui hijo, hermano, amigo.
Tu adolescencia estuvo marcada por una educación implacable, fuiste parte de La Marina, establecimiento que te logró realizar en un gran porcentaje como per
sona… Del otro porcentaje restante se ocupó Diana, tu mujer, una de las mujeres más increíble de esta tierra.
Punto aparte: ¡qué suerte tuviste macho! Te felicito, todavía no conocí a una como ella, con esa fuerza, ese espíritu y esa nobleza. La debés haber conquistado con tus chapas, tu barba candado y con esa onda tan particular que tenías… Formaste con ella una de las familias más lindas que conozco, con cuatro hijos que me llenaron la infancia de vida, de felicidad y me la siguen llenando hoy desde su lugar.
Lo más lindo que dejaste fueron a estas cinco personas que valoro, respeto y quiero con el amor más profundo de mi corazón. Gracias Migue por haberme dejado a Dianita, a Pachu, a Tute, a Juancho y a Manu. Fue tu regalo más lindo.
Volviendo a tu persona… qué linda era tu risa macho, que carcajada tan particular, la oigo cada vez que cuento un buen chiste. Cómo se te transformaba la cara cuando sonreías, eras una luz, pero… ¡qué cabrón eras, hijo de puta! Qué fuerte era cuando se te saltaba la térmica y qué cagaso verte de mal humor, caminabas y se cortaba el aire. Qué personalidad, qué presencia.
Cómo me soportaste durante 20 años todavía no sé, lo único que tengo para decirte es gracias. Gracias por ser el vecino con el cual aprendí tantas cosas, aprendí de fierros, de lavarropas, de minas, de La Marina y también me diste infinidades de argumentos para decir que hoy te extraño como nunca. Porque puedo ni quiero olvidarte, campeón.
Pasaron 9 años Migue, pasaron 3.285 días desde el puto momento en el que el de arriba decidió llevarte. Sí, sé que estas cosas se «deben» aceptar… Sé que al Barba no se le discute, en lo posible se agacha la cabeza y se acepta… pero cómo me costó asimilar que te fuiste. Me es inevitable no hacerle alguna que otra pregunta, ¿y si tan sólo te dejaba un par de años acá abajo? En fin, no voy a encontrar respuestas, sólo quiero que estés allá con él. Quiero que estén los dos juntos, con eso me basta y sobra.
Te extraño “viejo”, te extraño amigo. Lo único que pido cuando miro al cielo, es que sigas brillando, diamante loco, porque eso eras, un diamante loco. Ese es el tema que hoy escucho, ese es el tema que escuché el día que te fuiste, esa es la obra de arte que dejó Pink Floyd, que a vos tanto te gustaba y que me hace acordar a tu sonrisa:
“Shine on you crazy diamond”
[youtube=https://www.youtube.com/watch?v=Fk0V_GGa2XM]
Mi versión rutera
/4 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorNo mueras sin antes pisar…
/0 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorMi Ford Taunus
/9 Comentarios/en Blog, Reflexiones /por administratorFacultad, Inglés. Entrega de notas. Un four: thanks God, thanks. Después, tema new. No cacé un fulbo. Fin de hora. Y vuelta para casa, bondi, Retiro, Tren y la nave. Después de llegar a la estación de Tigre agarro el auto y me voy a casa. Me subo, prendo la radio, prendo las luces y salgo. La palanca de cambios en la «D» de «Directa» en su linda caja de tercera. La nave se empieza a deslizar sobre el cemento. Guiño a la izquierda. Guiño a la derecha. Semáforo en rojo. Subo el volumen. Canto y bailo espásticamente. Hay razones para festejar: four in english.
Semáforo en verde. La nave esta contenta porque falta poco para llegar a casa. Gran tema en la radio: U2. Subo el volumen. Acelero. La nave también se excita. Miro al espejo y atrás un auto. Al minuto me hace luces. Sigo. Luces de nuevo. Sigo. En un acto de viveza me doy cuenta que es la policia, la shuta, es la cana, es la rati, es la gorra que me quiere apresar. Luces altas. La nave esta a 1 km de casa. Luces sin parar y ahora SIRENA. Listo. Cagué. Pero no, la nave quería llegar a la entrada del barrio. Ella se sentía más segura. La nave iba más rápido. La nave, en serio, estaba fuera de si. La shuta enojada, MUY. La nave frena. La gorra me intercepta el camino con una GRAN coleada.
Se baja. Enojada. Mano derecha en arma. Grita: Déme su registro, la cédula verde y el seguro. ¿Usted no vio las luces ni las sirenas?. No oficial, disculpe.»
La gorra se puso a mirar los pelpas, enojado, muy crispado. Se va a hablar con el Jefe Gorgory al gorracar. Vuelve. Me hace bajar, y me dice que una luz de atrás no me anda. Le doy la razón. Me vuelvo a sentar en la nave. Me mira. Lo miro. Mira la nave. Mira el interior de la nave. Y suelta un: Disculpe, ¿es automático?. Oficial, no sólo es automático, sino que acérquese y mire el kilometraje: son 144.234 kms, y son reales. Qué lindo que está, le haces algunos detalles de pintura y esto es una reliquia. Si, gracias oficial. Aparte, entre nosotros, ¡no te podía alcanzar!
Y con una sonrisa le tiro… Viejo es el viento pero sopla, oficial.