No fue sólo una clase de Inglés
“La facultad es un entrenamiento para la vida” dijo Daisy, la profesora de Inglés, después de escuchar la historia de una alumna que había dejado la carrera por no poder aprobar su materia. “La cursó tres veces, pero le cuesta mucho” argumentó una compañera. “No porque le cueste tiene que dejar la carrera” replicó la sabia docente.
Se paró, suspiró y largó un “Chicos, escuchen…” y de repente hasta la mismísima mosca que me daba vueltas por la cabeza prestó atención:
“Sin constancia, sin estudio, sin sacrificio no van a llegar a conseguir absolutamente nada. Sin horas de lectura, sin interpretaciones de los textos, sin análisis, no van a llegar a ningún lado. La facultad es un entrenamiento para la vida, las materias son obstáculos, algunos más fáciles y otros mucho más difíciles. Pero si se dejan vencer en el momento en que hay que entrenar, ¿qué queda para lo que viene? ¿Qué queda para la vida?”
El discurso fue a los 10 minutos de comenzada la clase y te aseguro que no pude volver a escuchar una sola palabra más. Después de semejante motivación mi mente empezó a navegar… Pensaba y escribía: “Sin esfuerzo no llego a nada, y el eje del éxito es convencerse uno mismo de que las cosas van a salir bien. Si no nos mentalizamos en que las cosas se van a dar, las cosas no se dan. Son las energías positivas las que hacen que de repente “todo salga”.
El convencimiento de que las buenas cosas van a pasar cambian nuestra cabeza, nuestra manera de pensar. Es decirnos para adentro “Voy a meterla de cabeza en este corner”, “Me va a salir tal negocio”, “Voy a hacer tal viaje”, “Voy a terminar la facultad”, “Voy a conseguir un ascenso en el laburo”, “Voy, voy, voy…”.
En fin… ¿Qué relación tiene esto último con lo que dijo la profesora de Inglés un par de renglones atrás? Que la vida es dura, jodida, hasta a veces un quilombo, pero con esfuerzo, estudio, entrenamiento, voluntad, constancia y optimismo en nuestro modo de vivir, las cosas se dan y podemos alcanzar muchos, ¡muchos objetivos!
Que sueñes con los angelitos, ¡y amanezcas con mucha energía y optimismo!